Fuertes lluvias y vientos castigaron el viernes la costa sudeste en Australia, apagando gran parte de los devastadores incendios forestales en el estado de Nueva Gales del Sur, que duraron 74 días y dejaron casi 500.000 hectáreas arrasadas, reportan medios locales.
Pero ahora el estado y otras zonas de la región se encuentran con fuertes inundaciones que mantienen ocupados a los servicios de emergencia, según informan periodistas en el lugar.
Se trata del temporal más potente que ha afrontado el estado desde los años 90, con casi 400 milímetros de precipitaciones en cuatro días. Los servicios de emergencia atendieron unas 10.000 llamadas durante el fin de semana, la mayoría por árboles caídos e inundaciones. Habitantes de muchas localidades fueron evacuados.
Casi 110.000 propiedades se quedaron sin suministro de electricidad en varias zonas del estado, según la prensa local, y los servicios de transporte público funcionan de manera limitada.
En Sídney, así como en otras ciudades del país, se produjeron inundaciones que afectaron calles y algunas viviendas, mientras que olas de varios metros de altura deterioraron playas y zonas costeras.
Los servicios de emergencia piden a los ciudadanos que no ingresen a los flujos de agua y cumplan con las solicitudes de evacuación ordenadas por las autoridades.