La tormenta Ciara, proveniente del océano Atlántico, ha azotado este domingo el oeste europeo provocando inundaciones y cortes de energía. Varios árboles derribados, desprendimiento de tejados de algunos edificios e interrupción del transporte público, fueron algunos de los daños reportados.
Las ráfagas de viento alcanzaron hasta 120 kilómetros por hora, e incluso produjeron que un avión de British Airways viaje desde Nueva York (EE.UU.) a Londres (Reino Unido) en menos de cinco horas, rompiendo un récord de velocidad en un vuelo transatlántico, pues ese tramo generalmente se cubre en aproximadamente 7 horas.
Alrededor de 240 vuelos desde y hacia el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam (Países Bajos) al igual que un gran número de viajes programados en Bélgica y Alemania fueron cancelados.
Las autoridades advirtieron a los turistas y residentes que deben permanecer en el interior de las viviendas. La mayoría de las actividades al aire libre fueron canceladas en varias ciudades, incluyendo partidos de fútbol, mercados y eventos culturales, entre otros.
Los vientos huracanados y las fuertes lluvias provenientes del océano Atlántico también interrumpieron los viajes en tren y provocaron cierre de puertos. Las marejadas destruyeron playas, golpearon los acantilados rocosos y los muelles de las costas británicas y francesas.
De momento se han reportado al menos tres personas heridas después de que el techo de un bar se derrumbara parcialmente el sábado por la noche en Escocia a causa del vendaval.
En Dinamarca, meteorólogos advirtieron sobre posibles vientos huracanados que llegarían el domingo por la noche, y se cancelaron los vuelos desde Copenhague. Las autoridades danesas advirtieron a los automovilistas que no crucen puentes grandes, incluido el del Gran Belt, que une las partes este y oeste del país.