Un estudiante de 17 años de la escuela secundaria River Ridge, ubicada en la ciudad de New Port Richey del condado de Pasco (Florida, EE.UU.), intentó asistir a una cita con su ortodoncista cuando un policía y una empleada del centro escolar le prohibieron abandonar la institución, e incluso el agente amenazó con dispararle si desobedecía.
William Miller intentó salir del estacionamiento del colegio el pasado 17 de diciembre, pero un oficial de recursos escolares empleado por la Oficina del Sheriff del Condado de Pasco y una asistente de disciplina escolar le bloquearon el paso, exigiéndole un justificante. El incidente dio pie a una fuerte discusión y el agente acabó amenazando varias veces al estudiante con dispararle si continuaba con la pretensión de abandonar el campus.
La madre de William, Nedra Miller, compartió recientemente en Facebook la grabación del incidente, obtenida a través de la cámara corporal del agente y la publicación se volvió viral. La mujer, indignada por la actuación de dos adultos, explicó a Tampa Bay Times que había avisado a la escuela con dos semanas de antelación sobre la ausencia de su hijo y no pensaba que esto podría resultar en un problema.
Expulsión
William, a pesar de haber dicho que contaba con un permiso y finalmente haber vuelto a la escuela, fue expulsado del centro educativo, primero del 17 de diciembre al 9 de enero y después de manera permanente.
Además, el joven fue enviado al Centro de Educación Harry Schwettman que, según el sitio web de la escuela, es un "programa educativo voluntario que el distrito proporciona para los estudiantes que han violado la política de la Junta Escolar y han sido recomendados para la expulsión".
Asimismo, la madre de Williams reveló que a su hijo no se le permite asistir al baile de graduación con su novia, a eventos deportivos o a la graduación de sus amigos.
Los adultos, sin castigo
La portavoz de las Escuelas de Pasco, Linda Cobbe, por su parte, informó que la empleada que participó en el incidente, Cindy Bond, tuvo una reunión con el director de la escuela para discutir lo ocurrido, pero no se lleva a cabo ninguna investigación del asunto. Asimismo, la portavoz de la Oficina del Sheriff, Amanda Hunter, anunció que existe una investigación interna sobre las acciones del oficial, cuyo nombre no ha sido revelado, quien a su vez sigue trabajando en el colegio.
La madre pide justicia
Nedra Miller solicitó una audiencia para apelar la decisión del distrito y pretende que tanto el oficial como la empleada del colegio respondan por sus acciones.
"Los tres estaban actuando como niños y los tres están equivocados. Pero el policía aún más. Me sorprendió que un oficial de la ley que trabaja con niños le hablara a mi hijo de esa manera", señaló la mujer, indicando que pretende que ambos sean "removidos de sus funciones".