El presidente de EE.UU., Donald Trump, manifestó este miércoles el interés de su país de firmar un acuerdo comercial con Ecuador, luego de recibir a su homólogo ecuatoriano, Lenín Moreno, en la Casa Blanca.
En una conferencia de prensa conjunta, Trump detalló que se trataría de "un acuerdo comercial al estilo del que firmó EE.UU. con Canadá y México", en relación al T-MEC, que fue rubricado en diciembre pasado, tras dos años de negociación, y que sustituyó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
"Ecuador es uno de los países más hermosos del mundo", mencionó Trump, al tiempo que admitió que la nación suramericana tiene la capacidad de exportar productos que son altamente requeridos en el mercado estadounidense.
"Tienen productos increíbles, los fabrican y los producen, y nos gustan", señaló el inquilino de la Casa Blanca.
Previamente, Trump elogió a Moreno, el primer presidente ecuatoriano que vuelve a la Casa Blanca en 18 años, a quien calificó como una persona de "gran reputación".
Combate al narcotráfico
Tras los elogios, Trump recalcó que Ecuador "tiene un problema con el narco" y, por ello, parte de los convenios bilaterales apuntan a combatir este flagelo.
Al respecto, el mandatario estadounidense señaló que ambas naciones están trabajando "en opciones militares, incluida la compra de material militar".
Moreno elogió el sistema de seguridad de EE.UU. y señaló que la alianza para el combate al narcotráfico responde a que considera que el país norteamericano cuenta con "la más desarrollada tecnología y ciencia del mundo", además de "mucha experiencia", que su país quisiera aprovechar para "controlar este flagelo".
En este aspecto, previo a su viaje a EE.UU., el mandatario ecuatoriano señaló que actualmente su país recibe la ayuda de un avión estadounidense, que "permite detectar las naves que se encuentran llevando narcóticos", en referencia a la aeronave P-3, que ha generado polémica en Ecuador, puesto que usa un aeropuerto de las islas Galápagos para sus aterrizajes.
También se anunció la presentación ante Trump de una propuesta sobre una "estrategia común de seguridad regional" contra el narcotráfico, que habría sido aceptada por Colombia y Perú.
Empleo, seguridad y lucha contra la corrupción
El secretario general de Gabinete de la Presidencia de Ecuador, Juan Sebastián Roldán, informó desde Washington que, en el encuentro, los mandatarios también trataron otros temas: empleo, seguridad, educación y lucha contra la corrupción.
En relación a ello, se acordó incluir a Ecuador en la iniciativa 'América Crece', "el programa de desarrollo que EE.UU. ha planteado durante la administración actual, que canaliza las grandes inversiones de inversionistas privados hacia los países que tienen una senda de progreso, democrática".
También se acordó la creación del Centro de Inteligencia Criminal en Ecuador, con asesoramiento directo de EE.UU.; asimismo, Washington brindará tecnología y capacitación para una protección general en temas de ciberseguridad.
Además, se firmó un acuerdo para la creación de la Unidad Especial Anticorrupción y Lavado de Dinero en el país suramericano.
El retorno de las relaciones
Las relaciones entre Ecuador y EE.UU. tomaron un giro a partir de 2017, luego que Moreno llegó al poder; tras una década de tensos vínculos durante el mandato de Rafael Correa.
En su comparecencia a la prensa este miércoles, Trump dijo que la relación bilateral estaba "mejor que nunca".
Mientras, Moreno sostuvo que su país, "tras pasar por unos tiempos difíciles", ha decidido "regresar a la comunidad internacional y renovar susrelaciones". En ese particular, enfatizó: "Especialmente con aquellos países que piensan de una forma similar a nosotros, y queremos acercarnos más a ellos".
Esos buenos vínculos han sido clave en varios aspectos. En septiembre de este año, por ejemplo, Ecuador acogerá los ejercicios navales Unitas, que realiza anualmente la Armada norteamericana.
Además, esta nueva relación fue fundamental para la retirada, en abril de 2019, del asilo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien se encontraba refugiado, desde 2012, en la Embajada de Ecuador en Londres.
Ahora, el activista, actualmente apresado en Reino Unido, está expuesto a una posible extradición a EE.UU., donde se le imputan 18 cargos criminales y podría ser condenado a 175 años de prisión.