El Consejo de Derechos Humanos de la ONU publicó este miércoles un documento que nombra 112 empresas que operan en Cisjordania y los Altos del Golán. La actividad comercial en estos territorios palestinos ocupados plantea preocupaciones sobre los derechos humanos, según el organismo.
Por su parte, Washington no planea proporcionar información a la ONU sobre las compañías listadas, aseguró el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, que acusó al organismo internacional de parcialidad anti-Israel.
"Me indigna que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, haya publicado una base de datos de empresas que operan en territorios controlados por Israel", dijo Pompeo en un comunicado este jueves.
"EE.UU. se ha opuesto por mucho tiempo a la creación o publicación de esta base de datos. Su publicación solo confirma el implacable sesgo antiisraelí tan prevalente en las Naciones Unidas (...) Los intentos de aislar a Israel van en contra de todos nuestros esfuerzos por construir condiciones propicias para unas negociaciones entre los israelíes y los palestinos que conduzcan a una paz integral y duradera", agregó.
Pompeo afirmó además que su país "no ha proporcionado, y nunca proporcionará, ninguna información a la Oficina de la Alta Comisionada para respaldar la compilación de estas listas". Asimismo, expresó "su apoyo a las empresas estadounidenses a las que se hace referencia".
El informe del Consejo de DD.HH de la ONU, del que EE.UU. se retiró en 2018, indica que "la base de datos no cubre todas las actividades comerciales relacionadas con los asentamientos". Además, aclara que el documento no es una "lista negra" y no está dirigido a calificar sus actividades comerciales como ilegales.
94 de las compañías tienen su sede en Israel, mientras que otras 18 están registradas en otros países. La lista incluye empresas estadounidenses como Airbnb, Expedia, TripAdvisor, General Mills, Booking Holdings o Motorola.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, calificó el documento como una "vergonzosa capitulación" ante los grupos antiisraelíes, mientras que el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, acusó al Consejo de "intentar manchar el nombre de Israel" en lugar de hacer su trabajo de "ocuparse de los derechos humanos".
Por su parte, el ministro palestino de Relaciones Exteriores, Riyad al Maliki, calificó el documento de "victoria para el derecho internacional" e instó a la ONU a tomar medidas contra las compañías nombradas.