Este lunes ha comenzado el juicio contra el actor español Willy Toledo, que está acusado de un delito de ofensa a los sentimientos religiosos. Las redes sociales se han volcado en su apoyo y el hashtag #mecagoendios se ha convertido en tendencia en España.
El actor fue denunciado en 2017 por la Asociación de Abogados Cristianos por insultar a dios y a la virgen en un post que colgó en su muro de Facebook. La acusación particular pide que se le condene a una multa de 22 meses, mientras que la Fiscalía, al igual que la defensa, pide la absolución.
A su llegada a los juzgados este lunes ha reiterado las palabras que lo han llevado al banquillo: "Me cago en dios y lo voy a seguir haciendo todos los días de mi vida siempre que me encuentre con una ley que es injusta", ha explicado. "Esto es un delito de blasfemia, es aberrante que en el año 2020 exista un delito de blasfemia", ha sostenido.
Además, ha asegurado que no se arrepiente "de nada", porque estaba haciendo dos alegatos políticos: "Uno, en contra de la celebración del 12 de octubre", donde dice que hacía una reflexión porque en España se tenga como fiesta nacional "el comienzo de un genocidio y un expolio brutal y salvaje contra los pueblos nativos americanos"; y el segundo en defensa de las activistas que "pasearon un coño gigante de cartón piedra el día 1 de mayo".
Solidaridad
Los usuarios de las redes sociales, sobre todo en Twitter, se han volcado para expresarle su solidaridad. La mayoría no entiende que se pueda procesar a alguien, que además se enfrenta a pena de privación de libertad, por utilizar una expresión que es muy común en el lenguaje coloquial en España.
Humor
Otras muchas personas han querido manifestarse sobre la situación a la que se enfrenta Toledo por medio del humor:
En los juzgados
A su salida de los juzgados, el artista ha avanzado que va a "seguir diciendo todo lo que le salga de las orejas". Además, se ha mostrado partidario de que el juicio sea público, porque quiere que "el mundo escuche que en este país todavía se está persiguiendo a gente, no ya por delitos de opinión", que también le parece aberrante, "sino por delitos de ofensa a los sentimientos religiosos, es decir, por blasfemia".
Toledo ha afirmado que entiende y comprende que quienes le han denunciado "se sientan ofendidos", y ha expuesto su opinión al respecto: "A mí me ofende todos los días todo lo que dicen ellos, me ofenden los discursos homófobos, racistas, machistas, me ofenden profundamente. Pero no voy por la vida denunciando a toda esa gente por lo que puedan decir".
El actor ha informado de que podría llegar a ingresar en la cárcel, puesto que si no paga los 22 meses de multa que pide la acusación, tendría que cumplir 11 meses de cárcel "por blasfemia", según sus palabras, en el caso de que fuera declarado culpable.
Denuncia y rebeldía
Toledo escribió en Facebook el 5 de julio de 2017: "Yo me cago en dios, y me sobra mierda pa cagarme en el dogma de 'la santidad y virginidad de la Virgen María'. Este país es una vergüenza insoportable. Me puede el asco. Iros a la mierda. Viva el coño insumiso".
Por estas palabras fue denunciado por la Asociación de Abogados Cristianos, denuncia que fue tramitada como un presunto delito contra los sentimientos religiosos.
Con su escrito el actor se refería al caso de tres mujeres que iban a ser juzgadas también por un presunto delito contra los sentimientos religiosos, después de que el 1 de mayo de 2014 llevaran a cabo una procesión, conocida como la procesión del 'coño insumiso', en la que varias activistas portaban una vagina gigante al modo de los pasos de Semana Santa, para reivindicar las desigualdades que sufren las mujeres.
Más de dos años de polémica
El caso se encuentra envuelto en polémica desde que se conociera la denuncia y el juez instructor la admitiera a trámite. Las mayores críticas se centran en que continúe existiendo en el Código Penal español un tipo de estas características, que según muchos, entra en conflicto con el derecho a la libertad de expresión.
La posición de Toledo también ha sido muy polémica. Se negó a comparecer ante el juez en dos ocasiones cuando fue llamado a declarar y, por tal motivo, llegó a ser detenido y a permanecer una noche en los calabozos.
Las muestras de apoyo durante estos meses han sido constates, así como su presencia en los medios de comunicación cada vez que había alguna novedad con respecto a su proceso.
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