Un equipo de arqueólogos israelíes halló, en el sur del país, las ruinas de un templo cananeo de unos 3.000 años de antigüedad en el lugar donde se asentó la bíblica población de Laquis, informa Haaretz.
Laquis fue una de las ciudades cananeas más importantes de la Tierra de Israel durante la Edad del Bronce Medio y Final, recuerdan en un comunicado el profesor Yosef Garfinkel, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y un especialista de la Universidad Adventista del Sur (Tennessee, EE.UU.), Michael Hasel. El poblado fue construido alrededor del 1.800 a.C. y más tarde destruido por los egipcios, cerca del 1.550 a.C. Posteriormente fue reconstruido y devastado varias veces más, hasta desaparer en torno al 1.150 a.C. El asentamiento se menciona tanto en la Biblia como en varias fuentes egipcias.
Según Garfinkel, la estructura del templo era inusual para la Edad del Bronce Final. Su entrada estaba marcada por dos pilares y dos torres, que llevaban a una gran sala rectangular. El santuario interior tenía cuatro columnas de soporte y varias piedras colocadas de modo vertical, que pueden haber servido como representaciones de los dioses a los que estaba consagrado el lugar.
La estructura incluía también pequeñas habitaciones por los lados. "Servían para el almacenamiento", explicó el arqueólogo. "Encontramos cajas de madera que fueron quemadas, pero que aún tenían mucho trigo en su interior", precisó.
Además, los especialistas hallaron un fragmento de cerámica con la letra de alfabeto hebreo 'samej', que representa el grabado más antiguo conocido de esta letra. Asimismo, calderos de bronce, dagas, figurillas de culto, hachas, estatuillas del dios canaanita Baal, escarabajos y una botella enchapada en oro con el nombre de Ramses II, uno de los faraones más poderosos de Egipto.
"Solo una vez cada 30 o 40 años tenemos la oportunidad de excavar un templo cananeo en Israel. Lo que encontramos arroja una nueva luz sobre la vida antigua en la región", comentó Garfinkel.
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