Un grupo de víctimas de abuso sexual por parte de miembros de la Congregación de los Hermanos Maristas de Chile, ha enviado una carta al Vaticano para exigir celeridad en los "procesos canónicos" que permitan alcanzar justicia, informó Biobio.
Se trata de personas adultas que han denunciado ataques sexuales cuando eran alumnos de colegios pertenecientes a la congregación, entre los años 1970 y 2008.
El grupo dirigió la misiva a monseñor Charles Scicluna, un prelado maltés que es fiscal general de la Iglesia Católica para casos de pedofilia. Scicluna se había reunido con las víctimas chilenas el 27 de febrero de 2018, por pedido del Papa Francisco, y tras escuchar los testimonios prometió "acelerar los procesos canónicos entendiendo que uno de los principios básicos de la justicia es que ésta llegue a tiempo".
Sin embargo, las víctimas han denunciado que el arzobispo no cumplió con su compromiso de avanzar en la investigación.
"Han pasado dos años, 24 meses de dolor, para confirmar que todo ha sido dilatar la investigación para cansarnos, debilitar a los denunciantes mientras los delincuentes que abusaron de nosotros cuando éramos niños siguen al amparo de la Iglesia, bien cuidados y mantenidos por las familias que pagan por la educación de sus hijos en los Colegios Maristas de Chile", señala el texto, según reproduce el medio local.
Los denunciantes sostienen que, mientras observan las dilaciones de la Iglesia, muchas de las víctimas "han muerto esperando la justicia", en algunos casos, desde hace "más de 40 años".
La serie de denuncias contra los maristas estalló en 2017, cuando el religioso Abel Pérez fue señalado de abuso y violación contra jóvenes de 14 años en dos escuelas.
Hasta mediados del año pasado, cuando se promulgó la ley de imprescriptibilidad, la Justicia chilena consideraba extinguidos los delitos sexuales contra menores luego de 10 años de haber sido cometidos.