El descubrimiento de un esqueleto de neandertal en una cueva de Irak sugiere el uso de flores en sus ritos funerarios
El hallazgo de un esqueleto de neandertal en la cueva de Shanidar (norte de Irak), famosa por la cantidad de fósiles de esta especie enterrados allí, proporciona nuevas pruebas de que los neandertales sepultaban a sus muertos y sugiere que podrían haber utilizado flores en sus rituales funerarios, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Antiquity.
Los científicos detallaron que junto a los restos de un neandertal que vivió hace 70.000 años encontraron antiguas partículas de polen y otros restos de plantas mineralizadas que rodeaban su esqueleto.
En los años 1950, los especialistas desenterraron los restos de diez neandertales en este mismo lugar y también hallaron polen cerca uno de ellos, un descubrimiento que llevó a los científicos pensar que estos homínidos realizaban rituales de enterramiento con flores.
Sin embargo, esta hipótesis recibió críticas de otros expertos que argumentaban que los restos de polen podían haber aparecido como resultado de una contaminación posterior provocada por la presencia de personas que trabajaron y vivieron en la cueva. Otros sugirieron que el polen podía haber sido transportado hasta allí por roedores o insectos.
No obstante, el nuevo hallazgo refuerza la teoría de que los neandertales realizaran entierros con flores, señalan los investigadores. "Estoy llegando a pensar que este escenario es mucho más plausible y estoy llena de entusiasmo de ver los resultados completos de nuestros nuevos análisis", comentó la osteóloga y paleoantropóloga de la Universidad de Cambridge y autora principal del estudio, Emma Pomeroy, según recoge Reuters.
Los científicos han debatido durante años el nivel de la sofisticación cognitiva de los neandertales y están intentando averiguar si estos practicaban ritos funerarios similares a los de los Homo sapiens.
Según Pomeroy, la clave consiste en la intencionalidad detrás del entierro. "Se puede enterrar un cuerpo por razones puramente prácticas, para evitar atraer carroñeros peligrosos y/o para reducir el olor. Pero cuando esto va más allá de los elementos prácticos, es importante, porque eso indica un pensamiento más complejo, simbólico y abstracto, compasión y cuidado por los muertos, y tal vez sentimientos de luto y pérdida", destacó.
"Si los neandertales realmente usaron la cueva de Shanidar como un sitio de memoria para el entierro ritual repetido de sus muertos, esto sugeriría una complejidad cultural de alto orden", concluyó Pomeroy. Según la especialista, en los últimos años han aparecido más evidencias de que los neandertales eran más sofisticados de lo que se pensaba anteriormente, desde dibujos en las cuevas hasta el uso de conchas decorativas.
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