La extradición de Julian Assange a EE.UU. sería una sentencia de muerte tanto para el periodismo de investigación como para el Estado de derecho, alerta en una entrevista con RT el célebre músico y activista británico Roger Waters, que califica el caso del fundador de WikiLeaks de "broma asquerosa" y una burla a la ley, asegurando que el australiano tiene "cero posibilidades" de recibir un juicio con garantías.
Assange, cuyas audiencias de extradición están programadas para comenzar el lunes, enfrenta 175 años de prisión en el país norteamericano en virtud de la Ley de Espionaje por su trabajo con WikiLeaks, que ha publicado miles de documentos del Gobierno clasificados desde su fundación, incluidas pruebas gráficas de crímenes de guerra estadounidenses.
"La sentencia de muerte de la jurisprudencia en este país"
"Si extraditan a Julian y lo matan en EE.UU., es la sentencia de muerte de la jurisprudencia en este país", advierte Waters, quien asegura también que el caso de Assange "no tiene nada que ver con la ley, no es un procedimiento legal en absoluto". "Es una broma y es asquerosa", enfatiza, confesando que este caso le hace sentir "avergonzado de ser inglés".
El exlíder de la icónica banda de rock Pink Floyd señala que Assange —que "no cometió ningún tipo de espionaje", sino que tan solo "informó sobre las cosas que estaban sucediendo y resultaron ser crímenes de guerra"— tiene "cero posibilidades" de recibir un juicio justo en EE.UU.
Además, apunta que Londres ya está "infringiendo la ley" para tratar de llevar al activista al país norteamericano. Concretamente, Waters recuerda que el artículo 4 del tratado de extradición entre el Reino Unido y EE.UU. establece que ningún procedimiento de extradición ni siquiera debería comenzar "si existe una motivación política". "¿Esto no es político? Por supuesto que lo es", sostiene.
El músico británico actuará en una marcha de protesta programada para este sábado en Londres para expresar su apoyo a Assange y exigir su liberación de la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, donde el activista fue encarcelado después de su arresto en la embajada ecuatoriana en abril y donde su salud se ha deteriorado considerablemente.
"Lleva siete años en prisión, en la embajada ecuatoriana y ahora en este lugar de máxima seguridad en Belmarsh", donde "casi lo matan", denuncia Waters, para añadir que el periodista "está muy enfermo" y "apenas podía recordar su propio nombre".
"Johnson es un caniche 100% americano"
A pesar de un llamado de parlamentarios australianos para que Boris Johnson bloquee la extradición de Assange, Waters opina que el primer ministro británico está demasiado en deuda con Washington para hacerlo. Aunque "sería maravilloso si encontráramos un ápice de bulldog británico" en Boris Johnson, "desafortunadamente, es un caniche 100 % americano", señala el músico, quien predice que el mandatario "se quedará en su perrera" y hará lo que "sus maestros" le digan desde el otro lado del Atlántico.
En última instancia, la persecución a Assange es una forma de imponer un castigo ejemplar, para que "nadie informe sobre nada que sea inconveniente para el poder nunca más", opina Waters, para concluir que es "una obligación y un deber moral" de los periodistas informar sobre irregularidades por parte de las Fuerzas Armadas en cualquier parte del mundo, y es un deber del Gobierno "hacer algo al respecto, no intentar matarlos".
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