"Disculpe, ¿es este el tren especial a Pankow?": con estas palabras comenzó en 1983 un verdadero terremoto cultural que sacudió a ambas Alemanias. La canción 'Sonderzug nach Pankow', en la que el músico Udo Lindenberg, de la República Federal de Alemania (RFA), 'troleaba' sin temor a Erich Honecker, líder de la socialista República Democrática Alemana (RDA), se convirtió en uno de los himnos populares de la época de la Guerra Fría. Pero ¿quién es Lindenberg y a qué se debió este éxito?
La figura de Udo Lindenberg es bastante desconocida fuera de los países de habla alemana, pero en su país natal es todo un icono: en otoño del 2019 el músico, galardonado con varios premios musicales y culturales, y cuyas canciones durante años dominaban los 'charts' nacionales, llegó a recibir de manos del presidente Frank-Walter Steinmeier la Orden del Mérito de la RFA, la máxima expresión de reconocimiento por méritos contraídos en pos del bien común otorgada por el Gobierno alemán. Cabe destacar que recibió esa medalla el 2 de octubre, un día antes del aniversario de la reunificación de las dos Alemanias. Y puede que no haya sido por casualidad.
El hombre que se opuso a todo un sistema
En la década de 1970, Lindenberg se convirtió en una estrella de la escena del rock en Alemania del Oeste, y hasta ahora, es considerada una de las figuras revolucionarias del rock alemán por haber empezado a escribir canciones en su idioma, en vez del inglés, superando de esta manera los prejuicios que dominaban la escena musical de aquella época y según las cuales el alemán era "el idioma de los nazis". Y desde el inicio de su carrera el tema de las relaciones de su país con la socialista RDA aparecía de forma recurrente en sus nuevas grabaciones. En el 'hit' de 1973 'Mädchen aus Ostberlin' , Lindenberg dijo esperar "que los chicos solucionen pronto" las duras restricciones de la permanencia duradera de los residentes de la parte occidental de Alemania en el Este, mientras que en 'Rock-'n'-Roll-Arena in Jena' (1977) ya expresó claramente su deseo de "cantar para mis amigos en la RDA", antes de quejarse de que "los funcionarios siguen indecisos [y creen] que esta 'cultura de la basura occidental' no es para los camaradas".
Como era de esperar, estas declaraciones no tardaron en atraer la atención de las autoridades de la RDA. Y si en el primer documento oficial sobre Lindenberg preparado en 1976 por el Stasi, el órgano de inteligencia de Alemania del Este, el roquero fue descrito como "un mediocre cantante" con postura "indiferente, pesimista" y "anarquista", que "no representaba ningún interés" para el país socialista, en 1981 el Comité para el Arte del Entretenimiento ya encontró "propaganda anticomunista y difamación contra la RDA" en sus textos, con lo cual le fue prohibida la entrada en el territorio de Alemania del Este. Pero Lindenberg no dejó de soñar con una gira para sus "amigos" en el país vecino.
Lindenberg vs. "Honey"
Y el golpe más duro que el cantante le dio a la RDA llegó el 2 de febrero de 1983, cuando apareció el sencillo 'Sonderzug nach Pankow' ('Tren especial a Pankow' [que es un distrito de Berlín]). En esta canción, que hasta algunos miembros de la banda de Lindenberg consideraron demasiado atrevida, el cantante se dirigía directamente a Erich Honecker, presidente del Consejo de Estado de la RDA, al que llamaba "Honey" ("querido", en inglés), con el que quería "tomar con mucho gusto una botella de coñac" y al que prometía "cantar por poco dinero en el Palacio de la República, si ustedes me lo permiten". Tras quejarse en el mismo tema de que a otros músicos de Alemania del Oeste –con la única excepción del "pequeño Udo" – ya se les permitía, Lindenberg continuó: "Honey, creo que en realidad eres bastante lindo y en el fondo también eres un roquero. De manera clandestina te pones una chaqueta de cuero, te encierras en el baño y escuchas la radio occidental".
Menos de una semana después de su lanzamiento, el sencillo entró en el 'top 5' nacional de Alemania del Oeste, mientras que quedó totalmente prohibido en la RDA, país donde todas las bandas y sus textos se encontraban bajo la muy estricta supervisión de las autoridades. A pesar de que se conoce que al menos dos personas, que se atrevieron a poner esa canción en discotecas fueron detenidas y condenadas a 5 meses de cárcel, el tema (como era de esperar) no tardó en difundirse por el país comunista de manera clandestina y hacer la figura de Lindenberg aún más simpática para la población.
Una oportunidad que surgió de la nada
Tras lanzar tantos insultos a Honecker, Lindenberg parecía estar más lejos que nunca de su sueño. Si bien de pronto surgió una oportunidad, y todo gracias a Michael Gaissmayer. Era un miembro del Partido Socialista Unificado de Alemania (PSUA), la principal formación política en la RDA, y dado que había estudiado en Alemania del Oeste y trabajó con el canciller Willy Brandt, tenía contactos al más alto nivel en ambas Alemanias. En 1983 logró usar sus contactos con el jefe de la Inteligencia de la RDA, Markus Wolf, para hablarle de la posibilidad de organizar una gira de Lindenberg por Alemania del Este. De acuerdo con su idea, el músico debía escribirle a Honecker una carta personal y explicar sus motivos para una gira. Si bien cuando Gaissmayer vio que Lindenberg empezaba su carta con las palabras: "¡Hola, Erich, todo bien, sin pánico!", entendió que tenía que escribirla en nombre del cantante.
El resultado fue una misiva en la que Lindenberg 'explicaba' que 'Sonderzug nach Pankow' no era otra cosa que "una documentación de su frustración" por la imposibilidad de ofrecer una actuación en la RDA y que su deseo al respecto era "en serio", si bien "en ningún caso" quiso ofenderle a Honecker con su "pequeña canción". Además, pedía al líder de la RDA que le ofreciera la oportunidad de actuar para el público de Alemania del Este.
Gracias a los contactos de Gaissmayer, la carta sí llegó a Honecker. Si bien según la biografía de Lindenberg, titulada 'Udo' y publicada en el 2018, el político inicialmente no entendió de qué cantante se trataba y tuvo que ser recordado como el tipo que "quería tomarse un delicioso coñac" con él y lo llamaba "Honey". Y pese a todo, Honecker decidió darle a Lindenberg lo que quería. O así pareció.
Un sueño hecho realidad… ¿o no?
Lindenberg no se lo podía creer, cuando recibió una respuesta afirmativa no solo respecto a un concierto en Berlín, sino también a la posibilidad de hacer una gira por la RDA. La primera actuación debía celebrarse en el Palacio de la República de la capital el 25 de octubre de 1983, y la llegada de Lindenberg, que antes se consideraba imposible, sacó de sus casas a miles de sus fanáticos, que literalmente perseguían al cantante mientras este se desplazaba por Berlín y ofrecía ruedas de prensa. El Stasi, por su parte, tuvo que desplegar a más de 1.600 agentes para garantizar el orden en las calles.
Si bien, lo que parecía un sueño hecho realidad, resultó ser una trampa que nadie esperaba: tras subir al escenario Lindenberg y su banda descubrieron que en la sala solo se encontraban miembros de la Juventud Libre Alemana, la organización juvenil del PSUA, mientras que los fanáticos de la banda estaban en las calles y coreaban el nombre del roquero. Pero Lindenberg no quiso rendirse y decidió ofrecer el mejor 'show' posible, pese a todo.
Aunque el concierto trascurrió muy bien, durante el mismo tuvo lugar un episodio que trajo consecuencias más que inesperadas. Y es que mientras aprovechaba las pausas entre las canciones para hacer declaraciones a favor de la paz, en un cierto momento el cantante declaró: "Basta ya con toda esa mierda de los misiles en la República Federal [de Alemania] y en la RDA. No queremos ver ni un solo misil más, en ningún lugar. Ni un Pershing, ni un SS-20". Esta última referencia a los SS-20 fue la primera vez que alguien en Alemania del Este protestaba abiertamente contra esos misiles soviéticos, y la frase le costó a Lindenberg la tan esperada gira.
Intercambio de inusuales regalos
Pero la rivalidad personal entre Udo y "Honey" no acabó y tomó un nuevo giro en 1987. En junio de ese año, días después de un concierto del británico David Bowie en la parte occidental de la actual capital alemana, que atrajo a muchos jóvenes del Este al Muro de Berlín para poder escuchar al menos un par de melodías, Lindenberg mandó a Honecker por correo una chaqueta de cuero, acompañada por una carta en la que instaba al líder socialista a "salir por fin a la calle, ponerse la chaqueta" y reunirse con los jóvenes. "Micrófonos en lugar de megáfonos, guitarras en lugar de armas y baquetas (palillos de batería) en lugar de balas de goma", proclamó. Y, por supuesto, volvió a preguntarle si todavía se encerraba en el baño para escuchar la radio occidental.
Parece que el destinatario se lo tomó con humor. En respuesta Lindenberg recibió una carta de agradecimiento de parte de Honecker por la "sorpresa". "En cuanto a la chaqueta, me quedó bien", decía el líder de la RDA, que prometió que la prenda sería entregada a algún fanático del rock a través de un "acto de solidaridad". Además de la carta, en el paquete que recibió Lindenberg se encontraba un instrumento de viento llamado 'shawm' (chirimía antigua, predecesor del oboe). "¡Disfruta de practicar!", le deseó Honecker.
Udo no pudo resistir la tentación en darle otro 'golpe' a "Honey" y en septiembre de ese mismo año aprovechó la visita que el jefe del PSUA realizó a la RFA y lo 'interceptó' en Wuppertal, frente a la casa donde nació Friedrich Engels. En lo que fue catalogado por la prensa alemana como "probablemente uno de los días más raros" de la historia de esa ciudad, Lindenberg apareció con una guitarra que llevaba escritas las palabras "Gitarren statt Knarren" ("Guitarras en lugar de armas") y se la entregó a Honecker diciendo: "Por un mundo sin armas nucleares en el año 2000". El político, aparentemente sorprendido, no pudo nada más que mostrarse de acuerdo con el lema escrito en el instrumento, desearle muchos éxitos a Lindenberg e irse tras decir: "Hasta el próximo encuentro en la RDA", mientras que el músico empezó a cantar unas líneas de 'Generalsekretär' ('Secrtario general'), su nueva canción dedicada a Honecker. "Érase una vez un secretario general, que amaba mucho el rock'n'roll. Guitarras en lugar de armas, y lindo como un roquero", cantaba divirtiendo al público y a los periodistas que lo rodeaban.
Regreso a Berlín
"Hasta el próximo encuentro en la RDA", dijo Honecker. Pero la siguiente actuación para el público de Alemania del Este no le fue otorgada a Lindenberg por el Ejecutivo de ese país, sino por la caída del Muro de Berlín. El 12 de noviembre de 1989 el músico tomó parte en el Concierto para Berlín, un evento que atrajo a unas 50.000 personas, duró 11 horas y contó con la participación de bandas de ambas Alemanias.
El Muro de Berlín cayó en 1989. El Palacio de la República fue demolido en el 2006. Erich Honecker falleció en 1994, a la edad de 81 años a causa de un cáncer de hígado. Pero Udo Lindenberg, de 73 años, y con su característico sombrero de ala ancha y gafas de sol, sigue lanzando nuevos álbumes y ofreciendo giras regulares por el territorio reunificado. Y su 'Sonderzug nach Pankow' sigue sacudiendo los estadios y provocando lágrimas entre la gente que recuerda la historia de esta canción y de su autor.
Anatoly Sumskoy
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