Los astrónomos no saben de momento muchos detalles sobre el objeto espacial 2020 CD3, esa 'miniluna' de la Tierra que orbita nuestro planeta desde hace tres años y que fue vista por primera vez solo este 15 de febrero y por apenas dos científicos, ambos del programa Catalina Sky Survey de la Universidad de Arizona, financiado por la NASA.
Uno de estos científicos, Kacper Wierzchos, quien anunció el descubrimiento en su página de Twitter, dijo a Space.com que no descarta la posibilidad de que la 'miniluna' sea un objeto artificial, como un satélite muerto, y no un asteroide, pese a que su órbita no coincide con la de ningún objeto conocido creado por humanos. Tampoco mostró ese cuerpo perturbaciones provenientes de la presión de radiación solar, cosa común para satélites artificiales. Pero Wierzchos asegura que "la posibilidad de que sea artificial todavía existe".
El objeto, nombrado 2020 CD3 por el Centro internacional de Planetas Menores, era muy débil cuando se le descubrió con el uso de un telescopio de 1,52 metros en el Observatorio Mount Lemmon, y desde entonces se ha atenuado aún más.
Los cálculos posteriores al descubrimiento mostraron que, muy probablemente, el objeto estaba dando vueltas alrededor del Sol cuando la gravedad de la Tierra lo atrapó en su órbita en 2017. Wierzchos explicó que no se pudo detectar el objeto antes por causa de su debilidad en el cielo, así como por tener una órbita muy variable y "caótica".
La distancia entre el 2020 CD3 y la Tierra varía entre el equivalente a 0,2 y 4,5 veces la existente entre nuestro planeta y la Luna, que es de 384.400 kilómetros. El 26 de febrero, la 'miniluna' se encontraba a 2,5 veces esa distancia de la Tierra, o sea unos 961.000 kilómetros. Según el astrónomo, su período orbital es difícil de medir con precisión, pero parece ubicarse alrededor de un mes.
Este jueves, el Observatorio Internacional Gemini (de Hawái, EE.UU.) publicó una fotografía del objeto, que mide entre uno y seis metros de ancho. Los especialistas esperan obtener más detalles sobre el objeto con el uso de grandes telescopios, como el del Observatorio Keck en Hawái, antes de que se pierda de vista para siempre.