Una madre en EE.UU. contrata a un hombre para asesinar a su hija y a su marido y el caso se resuelve 25 años después

En el estado estadounidense de Nueva Jersey, Jose Carrero, de 48 años, se declaró culpable de conspiración en segundo grado para cometer dos asesinatos que permanecieron sin resolver por 25 años, de acuerdo a las autoridades locales.

Carrero admitió frente a un juez del Tribunal Superior haber conspirado junto con su amigo, Ted Connors, y la madre de este, Dolores Morgan, para asesinar a Ana Mejía en 1994.

El motivo detrás del crimen fueron las sospechas de que la víctima, hija de Morgan y hermana de Connors, habría colaborado con la Policía en la detención de su novio, quien fue capturado con varios kilos de cocaína.

Según informan medios locales, Carrero testificó que madre e hijo, quienes también traficaban con estupefacientes, creyeron que Mejía los entregaría a las autoridades, por los que Morgan les ofreció, tanto a él como a Connors, entre 2.000 y 3.000 dólares para matarla.

Durante la misma audiencia, el acusado de conspiración aceptó que lo tres implicados habrían planeado de nueva cuenta otro asesinato, esta vez con el fin de cobrar la póliza de un seguro de vida, la cual creía equivalente a un millón de dólares.

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En esta ocasión, la víctima fue el padre adoptivo de Ted y entonces cónyuge de Dolores, Nicholas Connors, quien fue muerto a tiros en su hogar el 14 de mayo de 1995, seis meses después del asesinato del Mejía.

Como parte del acuerdo alcanzado con los fiscales por su confesión, el estado de Nueva Jersey recomendará dos penas consecutivas de entre cinco y diez años, las cuales deberán ser cumplidas en la prisión estatal.

Por su parte, Ted Connors y Dolores Morgan se encuentran actualmente detenidos en espera de juicio en la Institución Correccional del Condado de Monmouth.