Convocatoria al Paro Nacional de Mujeres del 9M refuerza oleada feminista en México

Políticos oficialistas y opositores, partidos, jueces, empresarios, periodistas, artistas, personajes de la farándula y hasta la Iglesia Católica se suman a la jornada de protesta impulsada por las activistas.

Entre contradicciones, con la convicción militante de unas y el oportunismo de otros, el Paro Nacional de Mujeres organizado para el 9 de marzo logró instalar las violencias machistas como tema central en la agenda pública de México.

A una semana de la huelga, ni siquiera la llegada del coronavirus al país logró aminorar la intensidad del debate social desatado desde principios de año por los femicidios, al que siguieron las criticadas reacciones del gobierno y un llamado a evidenciar qué pasaría si las mujeres decidieran no trabajar ni dentro ni fuera del hogar.

"Si paramos nosotras, para el mundo", advirtió en Twitter la cuenta de Brujas del Mar la tarde del 18 de febrero. La colectiva feminista de Veracruz recogió así la creciente indignación provocada por las respuestas del presidente Andrés Manuel López Obrador frente a los asesinatos de mujeres. La fecha propuesta fue el lunes 9 de marzo, un día después de la marcha del 8 a propósito del Día Internacional de las Mujeres que, por caer en domingo, es no laborable.

El afiche morado que acompañó el mensaje de las Brujas se viralizó y en cuestión de horas las adhesiones se masificaron. Millones de mujeres se sumaron a la huelga.

La promoción del Paro logró que en medios de comunicación, en redes sociales, en los hogares y en los lugares de trabajo se hable de femicidios, aborto, salarios inequitativos, falta de guarderías, presiones culturales, misoginia y acoso. Las violencias contra las mujeres se visibilizan y se discuten en medio de polémicas cotidianas cada vez que personajes públicos demuestran sus carencias en perspectiva de género.

Una de ellas fue la secretaria de la Función Pública, Irma Sandoval, quien popularizó el término "fakeministas" para denostar a quienes solo usan el movimiento por conveniencias y no por convencimiento pero, en el afán de defender al presidente, propuso que en lugar del Paro de Mujeres se haga un Paro de Hombres para que a las mujeres no les dé tentación realizar tareas domésticas en su casa si no van a trabajar. Como si fuera algo instintivo, inevitable.

El Partido Acción Nacional, emblema de la derecha que siempre ha estado en contra del aborto, estos días se autodefinió como "el primer partido en México en luchar por los derechos de las mujeres". Los antecedentes no lo avalan. Gobernadores, funcionarios sin distinción de partidos, directores de universidades y empresarios presumieron que les habían dado "permiso" a sus trabajadoras para participar en el Paro. Miles de mujeres les advirtieron que no lo necesitaban, que no les están pidiendo un favor y que más importante sería que contrataran a más mujeres y que les pagaran el mismo salario que a los hombres por igual trabajo.

Otra de las sorpresas provino desde la Iglesia. La Conferencia del Episcopado de México apoyó el Paro en un comunicado, a pesar de que una de las permanentes denuncias feministas es la intervención clerical en el diseño de políticas públicas que frenan políticas de género. La Arquidiócesis incluso anunció "Una cuaresma sin mujeres", acción a través de la cual se cubrirán las santas de dos parroquias de la ciudad de México con mantos morados. Más acorde con la posición que siempre ha tenido la Iglesia, el cura Ernesto María Caro denunció que el feminismo es "una trampa de Satanás", y su llamado a la huelga, "una tontería". 

La Corte Suprema de Justicia, alcaldías de la ciudad de México, gobiernos municipales y estatales, la Universidad Nacional Autónoma de México y la mayoría de las universidades públicas del resto del país; la Cámara de Diputados, el Senado, las dependencias del Poder Ejecutivo Nacional, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, clubes de futbol femenil, medios de comunicación, bancos y empresas privadas ya anunciaron su apoyo al Paro, por lo que las trabajadoras no tendrán sanción.

Por el contrario, la alcaldesa de Hermosillo (Sonora), Célida Teresa López Cárdenas, rechazó la protesta y advirtió que ella sí trabajará porque "nadie debe evadir su responsabilidad", aunque no aclaró si habrá o no castigos para las empleadas que paren. El alcalde de San Nicolás de los Garza (Nuevo León), Zeferino Salgado, sí confirmó que las huelguistas deberán reponer la jornada laboral. Más controvertido fue el cambio de posición de Beatriz Gutiérrez Müller, escritora y esposa del presidente, quien en un mismo día promovió el Paro pero después posteó el afiche en repudio a la protesta.

El presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, José Manuel López Campos, también se mostró ambivalente. Afirmó que, a pesar de su respeto del derecho a la manifestación, este organismo empresarial no podía promover un Paro que, estimó, le costará a la economía mexicana alrededor de 1.315 millones de dólares. Al ofrecer una cifra, de manera involuntaria justificó el sentido de la protesta, ya que lo que pretenden las mujeres es precisamente visibilizar su importancia en la economía y el funcionamiento de una sociedad.

Más contundente, María Eugenia Campos, la alcaldesa de Chihuahua, destituyó al director del Instituto de Cultura Física y Deporte, Francisco Alonso Letayf, por burlarse de la huelga. "Si las mujeres se van a paro ¿quién me va a contestar las llamadas? ¿Quién va a revisar mi agenda? ¿No las podemos encerrar aquí en la oficina para que parezca que no vinieron?", se mofó, y le costó el puesto.

Una de las últimas y más importantes adhesiones llegó desde Chiapas. Comandantas y milicianas del Ejército Zapatista de Liberación (EZLN) anunciaron este fin de semana en un comunicado que protestarán junto con el resto de las mujeres del país por las desaparecidas y asesinadas en todos los gobiernos.

"Los poderosos y sus capataces políticos están, por un lado, haciéndose los muy conscientes y sensibles y ni siquiera pueden quitarse su modo patriarcal porque hasta dicen que les dan 'permiso' a las mujeres para que protesten porque las matan. Son unos sinvergüenzas ellos y las mujeres que tienen el mismo pensamiento de machos, aunque sean mujeres… nosotras no le estamos pidiendo permiso a los mandos y autoridades, ni a padres, hijos, novios, maridos o amantes… lo vamos a hacer sin pedir permiso a ningún hombre", expresaron en un largo escrito en el que analizaron las múltiples vertientes del patriarcado, el mismo que será expuesto el próximo lunes con la ausencia masiva de mujeres.

Cecilia González

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