Un equipo de físicos nucleares británicos de la Universidad de York cree tener la solución a uno de los principales misterios de la astrofísica: la materia oscura, sustancia invisible que correspondería a hasta el 80% de toda la materia del universo.
Según apuntan los científicos en su estudio, cuyo resumen fue publicado este martes en el sitio web del centro educativo, la recién descubierta partícula subatómica, denominada hexaquark d-star, es un nuevo candidato factible para esta enigmática materia.
"El origen de la materia oscura en el universo es una de las preguntas más importantes de la ciencia y una que, hasta ahora, ha quedado en blanco", afirmó el coautor del trabajo, profesor Daniel Watts, del departamento de física de la Universidad de York. "Este nuevo resultado es particularmente emocionante ya que no requiere ningún concepto nuevo para la física", agregó.
El condensado de Bose-Einstein
Muchas partículas, incluyendo protones y neutrones, están formadas por tres partículas aún más pequeñas llamadas quarks. Pero la recién descubierta partícula hexaquark, a su vez, está compuesta por seis de ellos en lugar de por tres como es lo habitual.
"Es importante destacar que los seis quarks en una d-star dan como resultado una partícula de bosón, lo que significa que cuando hay muchas d-star, se pueden combinar de formas muy diferentes a los protones y neutrones", se explica en la página web de la Universidad de York.
La teoría presentada por los científicos británicos sostiene que esto pudo haber sucedido poco después del Big Bang y, a medida que el universo se enfriaba y se expandía, una agrupación de numerosos hexaquarks produjo el condensado de Bose-Einstein, considerado como el quinto estado de la materia (al diferir de líquidos, gases, sólidos y plasma).
Ahora los investigadores tienen planes para confirmar este nuevo candidato a la materia oscura con estudios adicionales sobre cómo interactúan los hexaquarks, cuándo se atraen y cuándo se repelen.
"Estamos dirigiendo nuevas mediciones para crear estrellas dentro de un núcleo atómico y ver si sus propiedades son diferentes a cuando están en el espacio libre", indicó otro coautor del trabajo, el doctor Mijaíl Bashkánov, también del Departamento de Física de la Universidad de York.
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