El presidente de Haití, Jovenel Moïse, invistió este miércoles a Joseph Jouthe como nuevo primer ministro del país caribeño, en una ceremonia celebrada en el Palacio Nacional en Puerto Príncipe.
La investidura se produjo dos días después que Moïse anunciara, a través de su cuenta en Twitter, la elección de Jouthe, hasta entonces titular de las carteras de Economía y de Medio Ambiente, para ejercer el nuevo cargo y le instó a formar, lo antes posible, "un gobierno de apertura y consenso, capaz de responder a emergencias urgentes".
El mandatario señaló que tomó la decisión luego de realizar consultas "con varios sectores del país".
Este miércoles, durante el acto de investidura, señaló que la elección de Jouthe "no fue una coincidencia", porque "su experiencia en la administración pública y su experiencia en diversos campos lo convierten en una personalidad de referencia".
Jouthe asume el cargo sin la aprobación del Parlamento haitiano, como lo establece la Constitución, debido a que esta institución no está en funcionamiento actualmente.
En enero, el mandatario decretó la caducidad del período legislativo, al vencerse el mandato de los diputados y de la mayoría de los senadores, y no se han podido celebrar elecciones debido a la inestabilidad política por la que atraviesa el país.
Quinto intento
Jouthe reemplaza a Jean Michel Lapin, quien ejerció el cargo de manera interina desde julio de 2019 y cuya ratificación como primer ministro fracasó en el Senado, al igual que la de Fritz William Michel, también propuesto por Moïse.
Junto a Jouthe fueron posesionados una veintena de ministros y dos secretarios de Estado, que conformarán el gabinete que presidirá.
"Necesitamos hombres y mujeres soldados que vayan a la batalla, que emprendan la guerra contra el hambre, la inseguridad y el desempleo", dijo el mandatario respecto a los nuevos funcionarios y aseguró que serán "ciudadanos que lucharán contra el contrabando, la evasión y evasión fiscal, la facturación adicional, la corrupción y la injusticia social".
El nuevo premier, es el quinto desde que Moïse asumió el poder en febrero de 2017, y tiene el reto de resolver la crisis social, económica y política que vive el país desde mediados de 2018.
En 2019, las protestas contra el gobierno de Moïse fueron intensas, dejando más de 40 muertos. Las más fuertes tuvieron lugar en septiembre, cuando los haitianos salieron a manifestar por el desabastecimiento de combustible y alimentos.
También, desde meses antes, pedían la renuncia del mandatario, a quien acusan de corrupción. En junio, Moïse rechazó las acusaciones y en un discurso público dijo: "Los miro a los ojos para decirles hoy: su presidente, por el que votaron, no está involucrado en la corrupción".
En las mismas declaraciones, agregó: "aquellos que hayan manejado mal los fondos del Estado serán llevados ante la justicia de manera justa, equitativa y sin persecución política".