El Museo Estatal Auschwitz-Birkenau (Polonia) incluyó en su colección un álbum de fotos hecho con piel humana, que muestra instantáneas de la Segunda Guerra Mundialy supone otra "prueba de un crimen contra la humanidad" que cometió la Alemania nazi, según detallan sus responsables.
Pawel Krzaczkowski compró este artículo en un mercadillo y, cuando vio que en las páginas había pelo humano y un tatuaje, se dio cuenta del material con que estaba elaborado y donó el objeto al museo.
Ese lugar ya tenía un álbum similar, así que sus especialistas realizaron una investigación comparativa de ambas portadas y concluyeron que la piel de este objeto habría pertenecido a una víctima del campo de concentración de Buchenwald, en Alemania.
Informes con los relatos de diferentes presos que estuvieron encerrados en ese recinto certifican que los nazis empleaban piel humana en objetos de uso cotidiano, desde encuadernar libros a fabricar billeteras.
"Es muy probable que ambas cubiertas, debido a su tecnología y composición, provengan del mismo taller de encuadernación", destacó Elzbieta Cajzer, directora de las colecciones del Museo Estatal Auschwitz-Birkenau.
Esta especialista destaca que el uso de piel humana como material de producción está directamente asociado con la figura de Ilse Koch, conocida como 'La bruja de Buchenwald', que era la esposa de Karl Koch, coronel de las Schutzstaffel (SS) y comandante del campo de concentración de Buchenwald.
Ilse Koch ejerció como una de las supervisoras del lugar y, entre otras atrocidades, seleccionaba prisioneros con tatuajes para que los asesinaran y coleccionaba lámparas, guantes, bolsos y cubiertas de libros helaboradas con la piel de los ejecutados.
Miembros del Museo Estatal Auschwitz-Birkenau concluyeron que el álbum y la portada fueron un regalo que algún empleado en Buchenwald dio a una familia de Baviera que dirigió una casa de huéspedes en una ciudad balneario durante la Segunda Guerra Mundial.
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