Tres expertos han compartido con RT sus pronósticos sobre los posibles escenarios en medio de los temores en los inversores por los posibles impactos del brote de coronavirus en la economía mundial.
Sourabh Gupta, investigador principal del Instituto de Estudios China-América, estima que el costo económico máximo del coronavirus podría ser significativo y hoy en día se subestima, ya que podría "reducir a la mitad" el crecimiento del PIB mundial en 2020 —el año anterior se proyectó en un 3,5 %— y suponer el peor desempeño del crecimiento global desde la recesión de 2001.
Este analista considera que un resultado óptimo de esta epidemia sería el que promociona el Fondo Monetario Internacional, una caída del 0,5 % respecto al crecimiento del 3,3 % que pronosticó en enero para todo 2020, pero estima que es una perspectiva "demasiado optimista" y no tiene en cuenta plenamente "la psicología masiva de la incertidumbre, que deprime el sentimiento del consumidor" y "comenzó a sentirse de manera global" cuando el riesgo de contagio se extendió "mucho más allá" de China.
¿Cierre indefinido de los mercados financieros?
Peter C. Earle, del Instituto Estadounidense de Investigaciones Económicas, opina que el peor escenario económico incluiría graves interrupciones en la cadena de suministro, cierres de aeropuertos, problemas en el mercado crediticio por cuarentenas masivas, consecuencias negativas en los empleados de bancos y firmas de valores de importancia mundial y hasta el cierre indefinido de los mercados financieros, pero matiza que es poco probable que suceda todo esto.
La mejor opción sería que se produjera una recuperación total del impacto económico negativo que generó el coronavirus, que todo el mundo comprendiera que "el comercio sin restricciones es crítico para el bienestar de todas las personas" y, por lo tanto, que terminara "la guerra arancelaria entre EE.UU. y China".
Impulso a la coordinación global
Philipp Carlsson-Szlezak, economista jefe de la consultora Boston Consulting Group (BCG), indica que el resultado óptimo sería que el coronavirus impulsara la coordinación global y la inversión en la resistencia a las enfermedades para crear "una realidad geopolítica donde la cooperación se considere esencial para abordar los problemas modernos".
Tanto Earle como Gupta coinciden en que las graves y repentinas caídas en los mercados de valores, sobre todo de EE.UU., no solo se debe al coronavirus. Así, Sourabh Gupta opina que los precios de las acciones están "sobreinflados" desde hace mucho tiempo y la corrección actual no logrará compensar el mercado.
Por su parte, Carlsson-Szlezak asegura que los mercados "no estaban en una burbuja" y, aparte del virus, "había pocas razones para provocar una venta masiva, sobre todo una tan abrupta".
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