La cantidad de casos de coronavirus registrados en Italia obligó a intensificar el trabajo de médicos y enfermeras en los hospitales, muchos de las cuales sufrieron las consecuencias del esfuerzo provocado por largas jornadas de atención.
Elena Pagliarini trabaja en el Hospital Maggiore, de Cremona, y una particular foto suya fue difundida en las redes sociales: después de un turno nocturno de más de diez horas, se durmió junto al teclado de su computadora, con la mascarilla y el resto del uniforme puestos.
La imagen fue tomada por una compañera de trabajo, Francesca Mangiatordi, quien contó que habían comenzado a trabajar a las 20:00 y siguieron "sin parar durante más de diez horas". Según relató, vieron a "más de 50 pacientes en camillas en los pasillos, en sillas, con necesidad de oxigenarlos, pero con menos dispensadores".
"Vi a Elena descansar cinco minutos después de horas corriendo de un paciente a otro, tratando de ayudar a otro paciente que llegó con fiebre e insuficiencia respiratoria", agregó sobre el momento en que le tomó la fotografía. "La miré y quise abrazarla, pero preferí capturar ese momento de respiro", concluyó.
Rostros marcados y miedo
Las horas de trabajo también quedaron marcadas en la cara de Alessia Bonari, una enfermera de un hospital de Milán que posteó una foto en la que se podían observar las consecuencias del uso de máscaras.
"Estoy físicamente cansada porque el dispositivo de protección duele, la vestimenta te hace sudar y una vez vestida ya no puedo ir al baño ni beber por seis horas", relató y agregó que tiene "miedo" porque su mascarilla podría no adherirse bien a su cara o porque podría haberla tocada "con guantes sucios". "O tal vez las lentes no me cubren completamente los ojos y algo puede haber pasado", continuó.
En su posteo en Instagram, Bonari añadió que está "psicológicamente cansada", al igual que sus colegas, que estuvieron "en la misma condición durante semanas". Frente a esta situación, pidió a la población "no frustrar" el esfuerzo que hacen los profesionales de la salud y que se quede en casa para "proteger a los más frágiles".
Además, advirtió: "Nosotros, la gente joven, no somos inmunes al coronavirus, también nos podemos enfermar o peor aún, podemos enfermar a la gente". "No puedo permitirme el lujo de volver a mi casa en cuarentena, tengo que ir a trabajar y hacer mi parte. Tú haz la tuya, te lo pido por favor", concluyó Bonari.
Italia entró en una cuarentena total luego de que se registraran más de 10.000 contagiados y 631 muertos. Al decretar la medida, el primer ministro Giuseppe Conti pidió a la población que se quede en su casa y que únicamente se desplace por trabajo o emergencias.