El Ejército iraquí ha confirmado este sábado el ataque contra su base militar de Taji, que alberga tropas de la coalición liderada por EE.UU., y ha señalado que ni Washington ni ninguna otra fuerza extranjera deberían usar el ataque como pretexto para emprender acciones militares sin la aprobación de Irak, según recoge Reuters.
Los militares iraquíes informaron que 33 misiles fueron lanzados este sábado contra la base de Taji, ubicada al norte de Bagdad, hiriendo gravemente a varios soldados de la defensa aérea de Irak.
Siete lanzadores de misiles y 24 misiles no utilizados fueron encontrados en el área cercana de Abu Izam por el Ejército, que prometió arrestar a los responsables.
Las Fuerzas Armadas también pidieron a todos las Ejércitos extranjeros que obedezcan rápidamente una resolución parlamentaria que los insta a retirarse del territorio de Irak.
Intercambio de golpes
El ataque de este sábado es el segundo en una semana contra esta base militar. El miércoles, 18 misiles lanzados contra Taji provocaron tres muertos y 12 heridos entre las tropas de la coalición.
En respuesta, la Fuerza Aérea de EE.UU. realizó el jueves "ataques defensivos de precisión" contra cinco almacenes de armas pertenecientes a Kataib Hezbolá, una milicia iraquí respaldada por Irán.
El 5 de enero, tres días después del asesinato en Bagdad del importante general iraní Qassem Soleimani con drones estadounidenses, el Parlamento de Irak condenó el ataque como una violación de su soberanía y aprobó una resolución que exigía al Gobierno nacional "poner fin a la presencia de cualquier tropa extranjera en suelo iraquí y prohibir [a los Ejércitos extranjeros] usar la tierra, espacio aéreo o aguas [de Irak] por cualquier razón".
La jornada siguiente, el Gobierno iraquí anunció que la coalición "tiene prohibido realizar cualquier movimiento" en el territorio del país.
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