Sábado 14 de marzo y en el Hospital Muñiz de la ciudad de Buenos Aires, el distrito más golpeado por la propagación del coronavirus tras la confirmación de 32 casos, todo sucede en perfecto orden. El personal de mantenimiento traslada camas nuevas hacia un pabellón; los médicos de la guardia atienden con cordialidad a las personas que se agolpan en una salita y en un cuarto aparte, aislado del resto del lugar y en permanente observación, Nelson Martínez, paciente portador del covid-19, escribe eufórico en su blog personal: "Arrancamos el día con buenas noticias. Sigo mejorando y, según los médicos, existe la posibilidad (potencial) de que pueda volver a casa y continuar aislado allí", describe.
Martínez, de 51 años, fue diagnosticado con la infección el 10 de marzo, luego de haber regresado junto con su pareja de unas vacaciones por Italia. Ese mismo día, tras realizarse unos estudios en el hospital porteño, quedó en observación y aislamiento permanente. Pero lejos de la congoja y la preocupación ante su condición de ser portador de un virus que tiene en vilo al mundo entero, Martínez decidió comenzar una "bitácora" de internación.
Su objetivo era llevarle algo de "tranquilidad" al resto de la sociedad, dada la alarmante situación actual. Ese mismo 10 de marzo, desde el centro médico y utilizando su laptop, Nelson lanzó su blog personal donde relató paso a paso todo lo que vivió al regresar de Europa: los primeros síntomas, los tratamientos médicos e, incluso, la confirmación que fue dado de alta.
"Me voy a casa a seguir aislado por una semana más. Gracias a Dios, los médicos y todos los que me tuvieron en cuenta", se despidió Martínez en su página el domingo. Sin embargo, la pandemia del covid-19 en la capital argentina continúa propagándose día a día. Hasta el momento, de los 56 casos positivos en el país sudamericano, 32 corresponden al distrito federal, entre los que se encuentra el primer fallecido y los primeros cuatros pacientes dado de alta.
Durante el último fin de semana, y tras declararse la emergencia sanitaria a nivel nacional, el Gobierno de la ciudad conducido por Horacio Rodríguez Larreta llevó adelante diversas medidas a fin de reducir posibles contagios: se suspendieron las actividades culturales que convoquen a más de 200 personas (como la Feria Internacional del libro); se estableció el cierre de discotecas y bibliotecas públicas; y se reforzaron los controles en materia sanitaria con la contratación de más personal en centros de asistencia pública y la colocación de más camas en los hospitales. Además, acompañando la última disposición del presidente Alberto Fernández, se suspendieron las clases en las escuelas por 14 días.
Otra de las políticas preventivas del alcalde porteño fue el control puntilloso de los agentes de seguridad con las personas provenientes de países donde el virus ha crecido exponencialmente. El sábado, se activó un protocolo de seguridad en la zona del puerto, luego de cotejarse que un crucero con 900 turistas debía desembarcar. De inmediato, efectivos portuarios acondicionaron la terminal para poder inspeccionar debidamente a cada pasajero y constatar que no presentaran síntomas relacionados con el virus.
Incertidumbre ante el aumento de casos positivos
Si bien el Gobierno nacional no ha decretado todavía una cuarentena obligatoria para los ciudadanos que no sean portadores del virus, el crecimiento de los casos en la ciudad, y en menor medida en otras provincias, ha generado cierta desconfianza en torno a cómo prevenirse.
Dada las recomendaciones oficiales, quedarse en casa seguiría siendo la mejor alternativa para evitar un posible contagio. Sin embargo, esto ha generado que se reportaran algunos faltantes de productos de higiene básicos en diferentes comercios de la ciudad debido a una demanda que no estaba prevista, así como también largas colas en los supermercados.
Actualmente, el artículo más solicitado para combatir la transmisión del virus es el alcohol en gel o humectante antibacterial para las manos, acción preventiva que el Gobierno y otros organismos internacionales recomiendan asiduamente.
Pero, desde hace semanas, el producto se agota rápidamente en las góndolas. Luciano Nigro, directivo de la fábrica Roseto, dedicada a la elaboración de perfumes y al alcohol en gel, confiesa que por estos días producen "5.000 unidades diarias" de este tipo de mercancía, cifra que antes realizaban solo de manera mensual. "La demanda nos llevó a concentrar casi toda nuestra producción en esto. El insumo del alcohol en particular subió un 70 % los últimos 10 días", explica Nigro, en diálogo con RT.
Entre sus principales compradores, detalla el directivo, se encuentran organismos estatales y hospitales, aunque también los han contactado desde otros rubros. "Nos llamaron hasta de clubes de fútbol de primeradivisión y países del exterior. Creemos que esto va a ir en aumento", confiesa el directivo.
¿Qué ocurre con los 'sin techo' en medio de la pandemia?
Una vez más, la gestión del gobernador de la ciudad deberá ponerse a prueba ante la cantidad de personas en situación de calle que el principal distrito del país posee. Si bien los últimos números oficiales indican que hay alrededor de 1.200 personas durmiendo en la intemperie, las organizaciones sociales señalan que la cifra puede superar a las 7.000.
Lo ocurrido en julio de 2019, cuando se registraron cinco muertes de personas que dormían afuera y en medio de las bajas temperaturas, expuso las escuetas políticas habitacionales del Estado porteño por revertir la situación. Actualmente, no se ha comunicado una medida de emergencia oficial en relación con la propagación del virus y el sector más vulnerable de la población.
Amanda C. tiene 47 años y desde hace tres que duerme a pocos metros de la Casa Rosada. Confiesa que el único elemento que tiene para higienizarse es una canilla de agua en una estación de subte. "A veces me prestan jabón, pero casi nunca", confiesa. Tras consultarle por el brote del coronavirus, hace un gesto desmesurado y se encoje de hombros. "Es así, hijito. Capaz lo tengo y ni me enteré", dice y vuelve a acostarse.
Sonia Sánchez es integrante de la organización Amigos en el camino, dedicada a la ayuda comunitaria de personas en situación de calle. Todas las noches, los integrantes que conforman la agrupación salen a repartir alimentos y ropa por diferentes barrios de la capital argentina. Pero en las circunstancias actuales, admite Sonia, "deberán proceder de otra manera". "Estamos juntando productos de higiene personal para repartir, además de comida. Nosotros somos de acercarnos muchos con ellos, eso les hace bien. Pero ahora queremos cuidarlos. Queremos explicarles lo que tienen que hacer y cómo para que se prevengan", detalla la integrante de Amigos en el camino.
En relación con el actuar del gobierno porteño, Sánchez no duda en calificar a la gestión como "improvisada" en temas urgentes. "Siempre se acuerdan tarde de los de la calle. Tiene que pasar una tragedia para que se muevan un poco más. Sigue habiendo cada vez más gente en esa situación. No entiendo cómo no lo ven", concluye.