Feminismos en tiempos de coronavirus: alerta sobre violencias machistas en medio de la pandemia

"No estás sola", "Aislamiento sin violencia", "Si estás en cuarentena con tu agresor, llámanos", "Atendamos la crisis de cuidados", "Que la violencia doméstica no se haga viral". Estos son solamente algunos de los lemas lanzados por los feminismos para denunciar los riesgos específicos que enfrentan las mujeres en el inédito escenario internacional provocado por el coronavirus.

Con la pandemia en marcha, el movimiento tuvo tiempo de mostrar la fortaleza adquirida durante los últimos años. El 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, se replicaron imágenes de las marchas multitudinarias alrededor del mundo, movilizaciones que hoy son impensables dadas las restricciones impuestas en la mayoría de los países.

Las alarmas de género fueron encendidas de inmediato, en cuanto se demostró que la cuarentena era una de las medidas más eficaces para frenar los contagios, ya que muchas mujeres viven con parejas violentas. Y en medio del encierro, su vulnerabilidad es todavía mayor.

Al mismo tiempo se replicaron advertencias sobre la inequidad del trabajo doméstico y los cuidados de niños, adolescentes y personas mayores o dependientes. De acuerdo con el informe "Trabajo y empleo en el sector de la prestación de cuidados", realizado por la Organización Internacional del Trabajo, las mujeres dedican a estas labores el triple de tiempo que los varones, aun en los casos en que ellas también cumplen con trabajos remunerados fuera del hogar. La cuarentena las puede obligar a realizar ambas tareas en el hogar, lo que resultaría insostenible.

Violencias y factores de riesgo

Las demandas, que surgieron en cada país de manera diferenciada, ya fueron retomadas por la Oficina Regional de Naciones Unidas Mujeres, organismo que el jueves publicó el documento "Covid-19 en América Latina y el Caribe: Cómo incorporar a las mujeres y a la igualdad de género en la gestión de la respuesta a la crisis".

El escrito advirtió que el contexto de emergencia del coronavirus aumenta los riesgos contra las mujeres y las niñas, especialmente violencia doméstica, por el clima de tensión que se fortalece en el hogar, lo que también puede agudizar el aislamiento de las mujeres que son agredidas.

"Las personas sobrevivientes de violencia pueden enfrentar obstáculos adicionales para huir de situaciones violentas o para acceder a órdenes de protección y/o servicios esenciales que pueden salvar vidas, debido a factores como las restricciones de la circulación o la cuarentena. El impacto económico de la pandemia puede generar barreras adicionales para dejar una pareja violenta así como mayor riesgo de explotación sexual", recalca el texto.

Con respecto a los cuidados, recordó que las mujeres siguen siendo las más afectadas por estas labores que no son remuneradas, sobre todo en tiempos de crisis, como resultado de la saturación de sistemas sanitarios y el cierre de las escuelas, ya que los menores deben recibir atención en sus hogares a tiempo completo y en la mayor parte de los casos esa tarea recae en las mujeres.

Migración y economía

El organismo alertó que la migración irregular de mujeres y niñas genera mayores riesgos de protección asociados, como la violencia de género y la trata, y que se pueden incrementar frente a las restricciones de movilidad impuestas por decenas de países que ya cerraron sus fronteras, lo que dificulta su acceso a servicios de salud y medicamentos y a trámites migratorios.

Frente a este escenario, ONU Mujeres recomendó a los gobiernos que en los reportes sobre coronavirus desagreguen los datos por sexo para detectar las tasas diferenciadas de infección, impactos económicos y la carga de cuidado diferenciados, barreras de acceso de mujeres, e incidencia de violencias doméstica y sexual.

También subrayó la importancia de implicar a las mujeres en todas las fases de la respuesta y en la toma de decisiones, en especial a trabajadoras domésticas, de salud e informales, migrantes y refugiadas, quienes requieren compensación de ingresos; consultar a las organizaciones de mujeres sobre sus necesidades específicas; contemplar la diversidad de género en las campañas de prevención y atención; y diseñar políticas para redistribuir la sobrecarga de trabajo, entre otras medidas.

Algunos países ya han respondido a los reclamos feministas. En España, el Ministerio de Igualdad lanzó un Plan de Contingencia para prevenir, controlar y minimizar los riesgos de las mujeres derivados de las medidas de seguridad por la pandemia. "La violencia de género constituye una amenaza a los derechos humanos, la vida, la integridad, la salud física y psíquica, la salud, la seguridad y el bienestar económico y social de sus víctimas", señala el mensaje oficial.

En Argentina, el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad inició campañas para explicarles a las trabajadoras de casas particulares que tienen derecho a licencias con goce de sueldo en medio de esta emergencia y en las que convoca a repartir los cuidados en el hogar y a usar las líneas de emergencia si son víctimas de violencia de género o si temen una agresión durante el aislamiento forzoso.

El Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género de Chile reconoció en especial a las trabajadoras de la salud que están atendiendo la emergencia y, por otra parte, advirtió que para muchas mujeres y niñas la casa puede significar "un verdadero peligro" en cuarentena, por lo que reforzó los avisos para que llamen al número de atención por violencia de género, al igual que en México, en donde la Red Nacional de Refugios les recordó a las víctimas que no están solas y pueden presentar sus denuncias durante las 24 horas del día, mientras que el Instituto Nacional de Mujeres intensificó propuestas para distribuir de manera equitativa los cuidados.

Cecilia González