El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha culpado a Pekín por la pandemia del nuevo coronavirus, llamándolo nuevamente "el virus chino".
"El mundo está pagando un precio muy alto por lo que hicieron", señaló Trump durante una rueda de prensa, refiriéndose a los funcionarios del Gobierno chino que no compartieron información sobre el brote de coronavirus cuando ya había comenzado.
De esta manera, "podría haberse detenido justo de donde vino, China", aseguró el inquilino de la Casa Blanca.
El mandatario argumentó que los funcionarios estadounidenses habrían podido actuar más rápido si Pekín hubiera compartido completamente la información sobre el brote, que se originó en la ciudad china de Wuhan.
"Habría sido mucho mejor si lo hubiéramos sabido varios meses antes", agregó Trump.
¿Se contradice Trump a sí mismo?
A pesar de que ahora el presidente de EE.UU. usa la táctica de acusaciones directas contra Pekín, su retórica era diferente cuando empezó el brote del coronavirus.
Los temores de una pandemia empezaron a difundirse a mediados de enero. Sin embargo, en aquel momento Trump pintó una imagen más reconfortante. El 22 de enero, en una entrevista con CNBC, se le preguntó al presidente: "¿Hay preocupaciones sobre una pandemia en este momento?"
"No, en absoluto", respondió Trump. "Lo tenemos totalmente bajo control. Es solo una persona [infectada] que viene de China, y lo tenemos bajo control. Va a estar bien".
Dos días después, el líder estadounidense incluso llegó a elogiar a las autoridades chinas por sus medidas tomadas para controlar el brote.
"China ha estado trabajando muy duro para contener el coronavirus", tuiteó Trump el 24 de enero. "Estados Unidos aprecia mucho sus esfuerzos y transparencia. Todo saldrá bien. En particular, en nombre del pueblo estadounidense, ¡quiero agradecer al presidente Xi [Jinping]".
Ningunas nuevas infecciones locales en China
El coronavirus ha dejado más 9.000 muertos y más de 230.000 infectados a nivel global, según los últimos datos de la Universidad de Johns Hopkins en EE.UU.
Mientras tanto China, donde se reportó el epicentro del brote, no informó sobre nuevas infecciones locales por primera vez desde que comenzó la pandemia. Sin embargo, la noticia contrasta fuertemente con la creciente crisis de salud que vive Europa.
Italia, la nación más afectada fuera del gigante asiático, reportó ayer un récord de 475 muertes por la enfermedad. Asimismo, España registró más de 200 fallecidos en un día y la cifra de contagiados ya supera los 17.000 en el territorio nacional.