El Gobierno alemán prepara un plan de salvataje económico de 822.000 millones de euros —el mayor desde la época de la posguerra— para evitar que las empresas se fundan durante la pandemia del covid-19, según un proyecto de ley al que tuvo acceso AFP.
Los fondos se destinarán a diversos programas de ayuda, incluidos aquellos empleados obligados a trabajar menos horas. También podrían ser utilizados para financiar la nacionalización parcial de grandes empresas y así mantenerlas a flote.
El Gobierno de Merkel, de esta manera, no solo abandonará su dogma de mantener el presupuesto equilibrado, sino que pedirá al Parlamento que le permita aumentar el límite de endeudamiento.
La deuda para este 2020 será es de unos 156.000 millones de euros, una suma que excede el límite constitucional en 100.000 millones.
Merkel había dicho ya la semana pasada que su Gobierno "hará todo lo que pueda para superar esta situación, y al final de todo veremos cómo queda nuestro presupuesto", recalcando que acabar con la crisis del virus es "lo principal".
La pandemia del coronavirus ha paralizado la actividad en el país, con muchos trabajadores obligados a trabajar menos horas y muchos comercios han tenido que cerrar.
Debido a esta falta de actividad, el Gobierno calcula que recaudará este año 2020 unos 33.500 millones menos en impuestos de los que figuraban en el presupuesto.
El texto del proyecto de ley señala que:
- "La economía y el mercado laboral se ven terriblemente afectados por las medidas tomadas tanto a nivel nacional como internacional para frenar la pandemia".
- "En la situación actual, la duración de la pandemia y las medidas relacionadas a esta son impredecibles".
En busca de evitar que las empresas se declaren en quiebra, el gobierno destinará 400.000 millones de euros para cubrir su deuda u ofrecer una recapitalización que podría llevar a nacionalizaciones parciales, según el borrador.
El gabinete lo debatirá el lunes antes de enviarlo al Parlamento a finales de la semana próxima.
La industria del turismo y servicios se encuentran entre las más necesitadas de ayuda estatal, ya que son de las más afectadas durante la pandemia. El virus ha obligado a muchas empresas a suspender la gran mayoría de sus operaciones.
La aerolínea alemana Lufthansa tuvo que cancelar casi la totalidad de sus vuelos.
En Alemania el déficit fiscal federal permitido no puede exceder el 0.35% del PIB. Este límite solo puede ser superado en caso emergencia, como puede ser un desastre natural u otras situaciones extraordinarias que pudiesen amenazar la economía del país.
Mantener el equilibrio fiscal de la mayor economía europea fue una de las promesas de campaña del partido de Merkel. Esto también generó fricción con otros países del continente que pedían a Alemania más inversión para ayudar a la eurozona a impulsar su economía.