El ministro de Gobierno de facto de Bolivia, Arturo Murillo, amenazó este martes con apresar a funcionarios que hagan política durante la emergencia decretada en el país por el brote del coronavirus.
"El que venga a jugar conmigo, gobernador, alcalde, director, lo voy a meter preso, no estoy jugando", dijo Murillo en conferencia de prensa desde Cochabamba, al centro de Bolivia.
Señaló que es una "orden expresa" de la mandataria de facto, Jeanine Áñez. "La presidenta me ha dado la orden de meter preso hasta al ministro que no trabaje, porque en este momento estamos en emergencia", agregó.
Durante su intervención amenazó directamente al director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Eddy Calvimonte, quien denunció que la Villa Suramericana, un complejo deportivo y residencial de Cochabamba donde serán puestos en cuarentena ciudadanos bolivianos que regresen al país, no tiene las condiciones de bioseguridad para albergar a las personas.
"La labor del señor del Sedes es llevar médicos, llevar barbijos, llevar guantes. No sean sinvergüenzas, trabajen, no estamos aquí para jugar ni para hacer política, y si el señor del Sedes hace política, lo voy a hacer meter preso", enfatizó Murillo.
A la Villa Suramericana, según precisó el ministro de facto, irán parte de los 290 bolivianos que han regresado de Chile en medio de la crisis del coronavirus.
10 años para quien rompa cuarentena
El sábado pasado, el Gobierno de facto de Bolivia declaró una cuarentena total durante 14 días en todo el territorio para contener la propagación del coronavirus, que ya suma 28 contagiados en el país suramericano.
Al respecto, Murillo indicó que "la persona que ha estado irresponsablemente andando o se escapa de un lugar de cuarentena, irá a la cárcel, es atentado contra la salud".
Mencionó que estos delitos serán castigados con 1 a 10 años de prisión; sin embargo, señaló que desde su posición pedirá, directamente, "10 años de cárcel para esas personas", porque la desobediencia a esa orden "puede matar mucha gente, eso es irresponsable".
"Este es un tema serio y lo estamos tomando con seriedad, hay algunas personas que les molesta, lo siento, usaremos la fuerza. Las Fuerzas Armadas y la Policía tienen la orden de usar la fuerza necesaria para aquellos que no quieran obedecer", añadió.