El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reiteró este miércoles su rechazo a las medidas para combatir el coronavirus que han tomado algunos alcaldes y gobernadores en su país y las catalogó como "crimen".
"Lo que están haciendo en Brasil, unos pocos gobernadores y algunos alcaldes, es un crimen. Están despedazando a Brasil, están destruyendo empleos", afirmó el mandatario al opinar sobre las medidas que ha tomado un grupo de autoridades locales para afrontar la pandemia que ya ha causado 46 fallecidos en el país suramericano, recoge Globo.
Estas declaraciones las hizo Bolsonaro antes de una reunión virtual con los gobernadores de Sao Paulo, João Doria, y de Río de Janeiro, Wilson Witzel, quienes han declarado el estado de emergencia y una severa cuarentena en esas dos urbes brasileñas, además del cierre de centros educativos y turísticos, entre otros.
Sao Paulo ocupa el primer lugar de personas fallecidas por esta enfermedad, con 40 muertes, mientras que Río de Janeiro, en segundo, ha confirmado seis muertes.
"Aislamiento vertical"
Bolsonaro defiende el "aislamiento vertical", que solo sería aplicado a las personas que tenga mayor riesgo de contraer el virus, como adultos mayores y enfermos crónicos.
El presidente derechista también ha criticado a quienes dicen que "la economía es menos importante que la vida" y ha dicho que "sin dinero no hay producción, porque el campesino también va a dejar de producir. ¿De qué vamos a vivir?", se preguntó.
La víspera el mandatario brasileño había culpado a los medios de difundir una "sensación de pavor" y a los gobernadores y alcaldes de manejar un concepto de "tierra arrasada". "El virus pasará y nosotros tenemos que continuar". "Los empleos deben ser mantenidos, el sustento de las familias debe ser preservado, debemos volver a la normalidad", según Globo.