El Canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, rechazó este jueves las acusaciones de "narcoterrorismo" hechas por EE.UU. contra el presidente Nicolás Maduro y otros altos cargos de su Gabinete, y las calificó como "una nueva modalidad de golpe de Estado".
De acuerdo con un comunicado difundido por Arreaza, el gobierno de Donald Trump realiza "acusaciones miserables, vulgares, e infundadas" para intentar minimizar la lucha de Venezuela contra el narcotráfico.
"La política de cambio de gobierno por la fuerza en Venezuela está destinada al fracaso. Ofrecer recompensas al estilo de los vaqueros racistas del lejano oeste demuestra el desespero de Washington y su obsesión con Venezuela", apuntó Arreaza, al tiempo que consideró que ese ataque de Trump solo busca conquistar más votos en Florida.
El canciller también consideró que estas acciones también develan la profunda frustración de la Casa Blanca por la paz que hay en Venezuela, y el manejo que ha hecho el gobierno del presidente Maduro frente a la pandemia del coronavirus.
"Las instituciones democráticas venezolanas garantizan la protección del pueblo ante cualquier acción desesperada de Trump", finalizó Arreaza.
Más temprano, el fiscal general de EE.UU., William Barr, presentó cargos formales de narcoterrorismo, tráfico de armas y corrupción contra el presidente Maduro y otros 13 altos funcionarios del país.
A la par, el Departamento de Estado difundió un comunicado del secretario de Estado, Mike Pompeo, en el que se ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por información que lleve al arresto o procesamiento de Maduro; mientras que dan 10 millones de dólares por autoridades como Diosdado Cabello o Tarek El Aissami.
Estos montos se ofrecen bajo el Programa de Recompensas de Narcóticos del Departamento de Estado, que ha pagado más de 130 millones de dólares en retribución por información sobre unos 75 narcotraficantes, desde que se creó en 1986.