No hay consenso en la Unión Europea. Ni siquiera un problema de la talla del coronavirus ha sido suficiente para poner a los líderes europeos de acuerdo en un escenario que muchos vaticinan como la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial.
Mientras en Europa los muertos rondan ya 16.000 y son más de 275.000 contagiados, el panorama económico se presenta desolador y la falta de unidad pone al desnudo las grietas del bloque.
El jueves, los líderes de los Veintisiete mantuvieron una infructuosa cumbre por videoconferencia de más de seis horas, llena de tensiones. Al final, se dieron una plazo de 15 días para que desde el Eurogrupo se ponga sobre la mesa nuevas propuestas que hagan frente a las devastadoras consecuencias económicas de la pandemia.
Fricciones patentes
Las fricciones fueron tan patentes, que en países como Italia —donde se registra el mayor número de muertes por coronavirus—, periódicos como La República amanecían tras la reunión con una cruda portada: "Horrible Europa".
Ante este "shock sin precedentes", que presagia un drama social y una recesión europea en 2020, los países del Sur —con España e Italia a la cabeza, que han propuesto un 'plan Marshall' para reactivar la economía y abogan por la laxitud fiscal— son partidarios de actuar de manera coordinada para reactivar la economía. Que haya solidaridad financiera.
Pero en el Norte, con Alemania y Holanda al frente, proclives de la disciplina fiscal, lo ven de otra manera y prefieren esperar hasta ver la dimensión real de la crisis.
La víspera de la reunión, los jefes de Estado y de Gobierno de España, Francia, Italia, Bélgica, Grecia, Irlanda, Luxemburgo, Portugal y Eslovenia pidieron en una carta conjunta a Bruselas alcanzar un instrumento de deuda común para el conjunto de la UE y emitida por una institución comunitaria, lo que viene a llamarse "coronabonos".
Los Estados pagarían tipos más altos por su deuda y se beneficiarían de los países con tipos más bajos y con mayor confianza de los mercados. "Si queremos que mañana Europa esté a la altura de las aspiraciones por las que se creó debemos actuar hoy", rezaba la carta, en la que exigieron rapidez de acción.
Sin embargo, los países del norte, encabezados por Alemania, Países Bajos, Austria y Finlandia, se niegan en rotundo a la mutualización de deudas y riesgos. Se posicionan así de la misma manera que en 2011, cuando tampoco se aprobaron los 'eurobonos' como respuesta a la gran crisis de 2008.
En una rueda de prensa posterior a la reunión, la canciller Angela Merkel insistió en que se recurra al MEDE, el fondo de rescate de la UE, que según ella ofrece "muchas posibilidades".
"No veo cómo nosotros en algún momento podemos aceptar los coronabonos o los eurobonos. Suponen una transferencia que va más allá de lo previsto en Maastricht y el euro", afirmó por su parte el primer ministro holandés, Mark Rutte.
"Un comentario repugnante"
Además, el ministro de Finanzas de Holanda, Wopke Hoekstra, planteó investigar a países como España por no tener margen presupuestario para combatir el coronavirus.
Unas declaraciones que provocaron el enfado del primer ministro portugués, Antonio Costa, que calificó el comentario de "repugnante". "Hay que comprender que no fue España quien creó el virus, ni quien lo importó (...) si no nos respetamos y si no entendemos que ante un desafío común, debemos dar una respuesta común, entonces no hemos entendido la función de la UE", matizó Costa.
También, en un clara respuesta a la reunión del jueves, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, lanzó este viernes un mensaje a través de Twitter: "El coronavirus afecta a todos. No entiende de fronteras, género o clase. La UE debe aprender las lecciones del pasado y no volver a fallar a la ciudadanía. La respuesta europea debe ser solidaria, enfocada a los más vulnerables. Algunas instituciones de la UE ya lo están haciendo".
"Afrontamos la peor crisis de nuestra generación. Está en juego el futuro del proyecto europeo, elegimos entre una UE coordinada y solidaria o el individualismo. Somos profundamente europeístas. Reclamamos una respuesta común a esta emergencia, garanticemos una recuperación justa", agregó el presidente español.
Los líderes sí aprobaron, por ahora, algunas medidas adoptadas por la Comisión Europea para responder a los efectos de la pandemia. También se manifestaron a favor del mecanismo, lanzado la semana pasada por el Banco Central Europeo (BCE) por valor de 750.000 millones de euros, para compra de títulos de deuda pública y privada.
Marta Miera