El príncipe Enrique y su esposa Meghan Markle han asegurado que no tienen la intención de pedir a EE.UU. que garantice su seguridad, y que se han hecho acuerdos sobre estos servicios financiados de manera privada.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dejó claro que la propia pareja debe pagar por su seguridad, y que el Estado no les va a proporcionar estos servicios, pese a que Trump aseguró ser "un gran amigo y admirador de la reina y el Reino Unido"
"El duque y la duquesa de Sussex no tienen planes de pedir recursos de seguridad al Gobierno de EE.UU. Se han hecho arreglos de seguridad con fondos privados", indicó una portavoz de la pareja en respuesta a las declaraciones de Trump.
Según medios británicos, el príncipe Enrique y su esposa, Meghan Markle, abandonaron Canadá y viajaron a Los Ángeles, donde planean instalarse después de renunciar a sus deberes reales.