El canciller venezolano, Jorge Arreaza, repudió este miércoles las "infamias proferidas por el gabinete de seguridad de EE.UU.", luego de que anunciaran el despliegue de barcos en el Caribe y el Pacífico Oriental para evitar el contrabando de estupefacientes "particularmente desde Venezuela".
A través de un comunicado, el gobierno venezolano calificó esta nueva acusación estadounidense como "un intento desesperado" por desviar la atención ante la "trágica crisis humanitaria" que vive EE.UU., como consecuencia del "errático manejo" de del coronavirus por parte de Donald Trump.
No obstante, Venezuela celebra que el gobierno estadounidense decida resguardar sus fronteras "históricamente descuidadas y vulnerables" ante las miles de toneladas anuales de drogas que ingresan provenientes de la industria del narcotráfico en Colombia, país "aliado ysocio" de Washington.
Por otra parte, el texto destaca que institucionalidad antinarcóticos de Venezuela está lista para cooperar con el fin de "contener el avance de los grupos de narcotráfico y crimen organizado en la región".
Más temprano, EE.UU. anunció que el Comando Sur, en cooperación con 22 naciones asociadas, "aumentará la vigilancia e incautación de envíos de drogas en la región" para "proteger al pueblo estadounidense de los cárteles de drogas que intentan explotar la pandemia del coronavirus".
Esta operación estadounidense se centrará en el Caribe y Sudamérica, en particular en Venezuela. El jefe del Pentágono aseguró que la decisión se ha tomado porque supuestamente el Gobierno del país suramericano vive "de las ganancias derivadas de la venta de narcóticos".