América Latina sufrirá una contracción del PIB de hasta el 5,5 % debido a la pandemia del coronavirus. Lo informa el Banco Interamericano de Desarrollo, advirtiendo de que se trataría del mayor reto económico desde los tiempos de la Gran Depresión mundial.
En este contexto, Argentina ya presenta un escenario social muy complicado. En las zonas más vulnerables, las Fuerzas Armadas del país empezaron a colaborar con cocinas de campaña y raciones de alimentos para los sectores más golpeados por la crisis. RT recorrió los barrios donde se están preparando para combatir el fuerte embate de la covid-19.
Como si fuera un escenario de catástrofe natural, los militares preparan guisados de fideos y verduras para colaborar en los barrios más pobres. Se instalaron en La Matanza, el municipio más poblado de Buenos Aires, donde cumplir con la cuarentena es sinónimo de hacinamiento en viviendas precarias.
En el corazón de las zonas afectadas
La entrega se hace directamente en el corazón de los barrios, algo que simplifica el acceso a los alimentos preparados para aquellos que detuvieron por completo sus trabajos informales.
"Lo que estamos distribuyendo son 1.500 raciones diarias, esa es la máxima capacidad que tenemos, en tres oportunidades distintas durante el día: a las 11 de la mañana, a las 14 y a las 17, aproximadamente con 500 raciones en cada oportunidad", comentó el mayor Néstor Núñez.
Estos datos se reproducen en los siete puestos logísticos que readecuaron sus instalaciones para enfrentar la enfermedad.
Miedos y oportunidades
Para Cinthya Monterios y Federico Ríos, vecinos que se encontraban en situación de calle, la llegada del covid-19 les permitió encontrar un techo. Con sus tres hijos, permanecen confinados en un gimnasio adaptado para acoger a adultos mayores cuando el virus llegue con fuerza a esa zona. Justamente eso es lo que más los atemoriza de cara al futuro inmediato.
"De alguna manera uno tiene contacto. Es también el tema de enseñarles a los chicos, pero ellos son chicos, juegan y tienen contacto con el piso, tocan cosas que después ellos mismos también se tocan. Uno les explica pero es imposible, ellos que son tan chicos, que lo hagan", expresó Cinthya.
"Mucho, muchísimo miedo, tengo tres bendiciones que son hermosas, tres hijos hermosos tengo. El miedo es que ellos se contagien, yo tampoco me gustaría contagiarme, mi esposa tampoco me gustaría que se contagie", confesó Federico.
Cuarentena y precariedad
El personal de las Fuerzas Armadas solo hace tareas humanitarias con la entrega de comidas. Las fuerzas federales y provinciales de seguridad patrullan los barrios para que se cumpla el aislamiento obligatorio.
Sus efectivos destacan que durante la tarde y la noche surgen los problemas porque es complicado que todos estén confinados en casillas tan pequeñas. Los habitantes de estas zonas pobres confían en que la asistencia alimentaria se mantenga en el tiempo.
Guerra contra un enemigo invisible
Y mientras esta escena se repite en distintos barrios vulnerables de Buenos Aires, el Ejército argentino, promete que se quedará el tiempo que sea necesario mientras se mantenga la pandemia.
"Nosotros sentimos un gran orgullo de estar hoy acá, es la guerra que nos tocó pelear, estamos preparados para realizar esta actividad y la realizamos con mucho orgullo", manifestó el mayor Nuñez.
Asistencia del Gobierno
A nivel nacional, la demanda de asistencia alimentaria creció de 8 a 11 millones de personas desde que se decretó la restricción de la actividad. Esto implicó un rápido refuerzo en comedores comunitarios y merenderos que ahora entregan viandas en los lugares que antes acogían a los vecinos.
Además, el Gobierno implementó un Ingreso Familiar de Emergencia —un refuerzo extra en las asignaciones universales por hijo y jubilaciones mínimas— y evalúa más medidas.
"Si se extiende la cuarentena, si se extiende y se complica la situación vamos a generar nuevas medidas sociales. Estamos en un comité de emergencia social permanente evaluando la situación, sobre todo el conurbano bonaerense", señaló Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social de Argentina.
Frenar los contagios
El Gobierno de Alberto Fernández extendió el aislamiento social preventivo y obligatorio hasta el 12 de abril. Fuentes cercanas a Casa Rosada anticipan que el ejecutivo evalúa prolongar aún más esta medida para aplanar el crecimiento de los casos de covid-19.
Mientras tanto, en los sectores humildes, seguir encerrados implica multiplicar los inconvenientes y genera incertidumbre donde la postergación es moneda corriente más allá de la pandemia.
Si te ha parecido interesante, ¡compártelo con tus amigos!