El Ministerio de Defensa ruso ha publicado este viernes una declaración conjunta de las sedes de Rusia y Siria que coordinan el trabajo para restablecer la vida normal en la república árabe y ayudar a la repatriación de los sirios.
Según el documento, EE.UU. "sigue explotando cínicamente el problema global (del covid-19) con el fin de desacreditar al Gobierno sirio, promoviendo una campaña propagandística sobre su incapacidad de hacer frente de manera eficaz a la propagación del coronavirus en el país", incluyendo los territorios ocupados por las tropas estadounidenses.
La declaración señala que los territorios sirios que están bajo el control de EE.UU. carecen de cualquier monitoreo de la situación sanitaria y epidemiológica. Uno de ellos es la zona de Al Tanf, ubicada en la parte sur del país, cerca de la frontera con Irak y Jordania, donde se encuentra una base militar estadounidense y el campo de refugiados de Rukbán.
Como subraya el documento, y según el derecho internacional humanitario, EE.UU. es "totalmente responsable" de atender los problemas de los refugiados en el territorio que ocupa, los testimonios de aquellos que han abandonado la zona evidencian que las personas que quedan en el campo casi no tienen la posibilidad de sobrevivir en el caso de una epidemia, porque los puestos de socorro están cerrados, no hay medicinas ni especialistas para atender a enfermos.
Mientras tanto, la coalición internacional liderada por EE.UU. ha enviado al noreste del país árabe, controlado por las Fuerzas Democráticas Sirias, una partida humanitaria de equipamiento para tratar el nuevo coronavirus.
Un hecho que muestra que "el objetivo real de EE.UU. no es ayudar a la gente, sino garantizar que los grupos de combatientes que están bajo su control estén provistos del material humanitario "a cargo de la ONU", señalan los militares sirios y rusos en la declaración.
A su vez, el Gobierno sirio, que ya ha registrado 19 casos de coronavirus, informa plenamente sobre la situación sanitaria y epidemiológica en el territorio bajo su control a la Organización Mundial de Salud, con la que colabora estrechamente para prevenir la expansión del brote.