Desalojos, discriminación y pobreza: la vulnerabilidad de la prostitución frente al coronavirus

La alerta sobre las condiciones de vida de las mujeres en situación de prostitución atraviesa fronteras. En varios países las denuncias se repiten: desalojos forzados porque ya no pueden pagar alquileres de vivienda, mayor empobrecimiento por carencia de clientes, el cierre temporal de los hoteles en los que trabajaban o vivían, falta de acceso a los servicios de salud y discriminación y maltratos públicos, en especial hacia la población trans y travesti.

En cada país, los colectivos de trabajadoras sexuales se movilizan y exigen apoyos específicos que, de manera excepcional, son tomados en cuenta por algunos gobiernos o reportados por organismos internacionales.

Médicos del Mundo, una organización no gubernamental fundada hace 30 años por especialistas franceses, elaboró el documento "Prostitución en tiempos de coronavirus" en el que denunció la precaria situación que enfrentan las prostitutas en España a raíz de la pandemia, pero que bien podría aplicarse al resto de los países.

"Aunque la mayoría de clubes de carretera y pisos han cerrado sus puertas ante la actual situación de estado de alarma, algunas se ven abocadas a ejercer con prostituidores que ya conocen para hacer frente a la grave situación económica a la que se enfrentan, ya que en muchos casos tienen que pagar las habitaciones y pisos donde están confinadas e incluso tienen familiares a cargo", refiere el documento.

De acuerdo con testimonios recogidos por esta organización, las mujeres temen que la situación se alargue y no puedan hacer frente a los gastos de alquiler de las habitaciones. "A la vez temen que los propietarios no las dejen seguir estando refugiadas en estos lugares y las expulsen a la calle. Por ello, demandan un alojamiento, comida y productos de aseo e higiene, así como material de prevención, ya que seguir las normas de confinamiento en esas circunstancias se hace especialmente complicado", destaca Médicos del Mundo.

La situación es especialmente grave en el caso de las víctimas de trata que tienen deudas con sus explotadores, porque estas pueden aumentar si el confinamiento se alarga.

"Por otro lado, las que ejercen en la calle y en polígonos industriales han manifestado atender algunas peticiones estos días, de transportistas y otros prostituidores, para poder subsistir (...) muchas de ellas se han mostrado muy preocupadas por la situación de sus familias ya que algunas tienen cargas familiares a las que no saben cómo responder y para las que demandan ayuda para cubrir necesidades tan básicas como leche para sus hijos. La mayoría de ellas no tienen acceso al Sistema Público de Salud", precisa la organización en su estudio.

La organización le pidió al gobierno español que considere a las mujeres en situación de prostitución como población vulnerable para que puedan adherirse a políticas públicas de apoyo económico y accedan a los diferentes sistemas de Servicios Sociales.  "La situación administrativa irregular de la mayoría de estas personas las deja fuera de recursos adoptados por el Gobierno, como la prohibición a las compañías suministradoras de cortar el agua, la luz y el gas a los hogares que en esta crisis no puedan sufragar el recibo".

También reclamaron apoyo psico-social urgente, puesto que son mujeres alejadas de sus familias, sin redes sociales o familiares, confinadas en prostíbulos o pisos, una situación que añade más estrés y ansiedad a la ya de por sí difícil situación que viven el resto de personas.

Una mirada en América Latina

En la Ciudad de México, en donde las autoridades reportan que hay por lo menos 7.000 trabajadoras sexuales, los hoteles de las "zonas rojas" fueron cerrados por orden del gobierno capitalino, lo que afectó a las prostitutas porque muchas de ellas vivían ahí mismo, pero ahora se quedaron en la calle.

No obstante, fueron incluidas en la categoría de población vulnerable, lo que les permite acceder al programa de tarjetas de emergencia con las que pueden comprar alimentos. Además de obtener ese respaldo, la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer ya repartió despensas y está realizando colectas en su beneficio.

El Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia (Sintrasexco), por su parte, está organizando varias actividades de apoyo y ha emitido un comunicado para invitar "a sumar y no a restar".

"Invitamos a que en un momento de crisis mundial y que nos afecta fuertemente a las personas que ejercemos el Trabajo Sexual, alcemos nuestra voz para exigir al gobierno que atienda las urgencias vitales de la clase trabajadora informal en general y de las Trabajadoras Sexuales en particular. En este momento de emergencia sanitaria a nivel mundial, nuestro trabajo y energía las dejamos en el territorio con nuestras compañeras", dice el texto.

Fidelia Suárez, presidenta de esta organización, ya advirtió a diferentes medios locales que las prostitutas necesitan no solo la solidaridad social, sino una respuesta concreta del Estado, por ejemplo en el abastecimiento de cubrebocas, alimentos no perecederos y alcohol en gel. 

Además de tramitar apoyos sociales, La Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), que cuenta con alrededor de 6.000 agremiadas en el país, lanzó un decálogo de consejos para prevenir el coronavirus, como evitar atender a clientes con síntomas de la pandemia o que hayan viajado del exterior, mandarlos a bañar y evitar los besos, entre otras indicaciones.

En el caso de las personas travestis y trans que se dedican a la prostitución, la Agencia Presentes reportó varios casos en los que están siendo desalojadas de sus departamentos por falta de pago, ya que la cuarentena obligatoria las dejó sin clientes. La decisión viola un decreto emitido por el presidente Alberto Fernández que ordenó frenar este tipo de medidas extremas en contra de la población más vulnerable. 

Cecilia González