Enjambres de langostas han devastado a 200.000 hectáreas de tierras de cultivo en Etiopía, dejando sin medios de existencia a cerca de un millón de habitantes del país, según datos de la ONU.
La plaga provocó la pérdida de más de 356.000 toneladas de cereales, tales como sorgo, maíz y trigo, anunció el lunes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que advierte sobre una segunda invasión de insectos que podría ser aún más destructiva para la región.
Miles de millones de langostas del desierto avanzaron en febrero a través de gran parte de África Oriental, incluyendo Etiopía, Somalia, Kenia, Yibuti, Eritrea, Tanzania, Sudán, Sudán del Sur y Uganda. Su gran reproducción es favorecida por una de las temporadas de lluvias más húmedas en la región en las últimas cuatro décadas.
Estos insectos pueden desplazarse unos 150 kilómetros al día y devorar diariamente cultivos equivalentes a su propio peso corporal.
La plaga también redujo enormemente la cantidad de tierra disponible en Etiopía para el pastoreo de ganado, según la FAO. Alrededor del 75 % de los etíopes que requieren asistencia alimentaria de emergencia viven en los estados de Somali y Oromia, al oeste del país.
A la crisis provocada por los insectos se suma la débil asistencia médica del país, que pronto podría afrontar un brusco incremento de casos de coronavirus.
"Es fundamental proteger los medios de vida de la población afectada, especialmente ahora que la situación se agrava por la crisis del covid-19," señaló Fatouma Seid, la representante de la FAO en Etiopía.
De momento, Etiopía registra solo 82 casos de coronavirus, pero las pruebas de detección son limitadas y los expertos temen que el país, como otros en la región, podría ser desbordado por una gran incremento de contagios.