El pacto de la OPEP+ conseguido gracias a la cooperación operativa entre Estados Unidos y México, ha colocado al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en una posición de endeudado, lo que ha levantado sospechas sobre la supuesta intención de Washington de influir en su vecino en asuntos cruciales de la agenda bilateral. Paralelamente, varios analistas internacionales consideran que habrá presión en la política de no intervención de México.
"Factura en el cajón"
El acuerdo sobre el recorte de producción de petróleo de la OPEP+ es un evento clave para la economía mundial, azotada por las consecuencias de la pandemia de coronavirus. El pacto definitivo se logró tan solo después de que EE.UU. aceptara reducir su producción en otros 300.000 barriles diarios para compensar lo que México no va a recortar.
El Gobierno de López Obrador se mantuvo fiel a su postura de retirar del mercado tan solo 100.000 barriles, y el inesperado gesto "amistoso" por parte de Washington ha despertado suspicacias sobre cómo el presidente Donald Trump querrá cobrarse esta ayuda.
Según el profesor del Centro de relaciones internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Ignacio Martínez Cortés, la Casa Blanca "presentará la factura" al Gobierno mexicano por su respaldo en el acuerdo de la OPEP+.
"EE.UU. no tiene amigos, tiene intereses. Es una factura que guardamos en el cajón hasta el momento de solicitar el regreso de este favor", afirma el economista.
El precio de un "favor"
El presidente estadounidense podría exigir el cambio de postura del líder mexicano en varios asuntos cruciales de su agenda bilateral, según Martínez Cortés. En su opinión, los temas a negociar podrían ser la construcción del muro entre las dos naciones, prometida por Trump, así como una nueva estrategia de combate contra el narcotráfico.
En lo que se refiere al ámbito internacional, el mandatario mexicano podría ser presionado para que cambie su postura de no intervención en los asuntos de otros países, en particular, en el caso de Caracas. "México tendrá que mantenerse al margen con relación a una nueva política que la Oficina Oval estaría impulsando hacia Venezuela", precisa el economista.
Presión en la "no intervención"
El pasado 26 de marzo, al ser cuestionado sobre los cargos que EE.UU. hizo sobre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el mandatario mexicano subrayó que uno de los principios fundamentales de la política de México es la "no intervención".
"La no intervención es un principio… así como el de la autodeterminación de los pueblos", afirmó el presidente mexicano.
Las declaraciones se produjeron después de que el Gobierno de EE.UU. acusara a Maduro, así como a otros 13 altos funcionarios de este país de "narcoterrorismo". Además, el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por el arresto del mandatario venezolano.
Por María Stárostina