Inteligencia artificial halla un fármaco que podría funcionar contra el coronavirus
El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés) iniciará a finales de abril los ensayos clínicos del baricitinib, un fármaco utilizado para tratar artritis reumatoide severa, para determinar si su actividad antiinflamatoria puede servir en el tratamiento de los que padecen covid-19, anunció la semana pasada Eli Lilly, fabricante del medicamento. Los resultados se darán a conocer dos meses después.
El 'startup' BenevolentAI había identificado el baricitinib como un posible tratamiento de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus en febrero, utilizando inteligencia artificial para determinar la posible respuesta del organismo al virus.
Ante la propagación del nuevo coronavirus, el equipo científico de la empresa usó su plataforma de descubrimiento de fármacos para identificar los fármacos aprobados que podrían detener los avances del covid-19, reducir el daño inflamatorio asociado a esta enfermedad e inhibir la llamada tormenta de citoquinas, que se produce cuando el sistema inmune sobrereacciona y secreta estas proteínas en cantidades anormalmente elevadas provocando más inflamación todavía y daño exacerbado en los tejidos.
"En lugar de centrarnos únicamente en los medicamentos que podrían afectar directamente al virus, exploramos las maneras de inhibir los procesos celulares que utiliza el virus para infectar las células humanas. Identificamos el baricitinib como un potencial fármaco con propiedades tanto antivirales como anticitocinas y publicamos nuestra investigación en febrero", explicó la directora general de la empresa, Joanna Shields.
El equipo de BenevolentAI tardó tres días en dar con el fármaco, algo en lo que 250 especialistas en farmacología de 65 años probablemente tardarían un año, según comentaron los representantes de la empresa al portal Tech Crunch.
Posibles efectos secundarios: hospitalización o muerte
De momento no existe ningún fármaco ni tratamiento que elimine el nuevo coronavirus del organismo o tenga eficacia demostrada, más allá de efectos positivos relativos y limitados. El baricitinib, por su parte, pese a ser un fármaco ya aprobado contra la artritis reumatoide, no es inofensivo y puede conllevar graves efectos secundarios, de los que advierte su fabricante estadounidense.
Los pacientes que toman este fármaco corren el riesgo de desarrollar "graves infecciones que pueden llevar a la hospitalización o muerte", tuberculosis o infecciones fúngicas invasivas, así como bacterianas y víricas, y antes de iniciar el tratamiento con este medicamento se recomienda evaluar si los benificios compensan los riesgos en pacientes con infecciones crónicas o recurrentes.
En algunos pacientes que tomaron baricitinib se observaron linfomas, trombosis, embolia pulmonar, reactivación de enfermedades víricas, como el herpes zóster, perforaciones gastrointestinales y otras dolencias.