Las energías renovables podrían impulsar la recuperación económica tras la actual crisis del covid-19, generando hasta 98 billones de dólares adicionales al PIB mundial entre el presente año y el 2050, según el primer informe global de la Agencia Internacional de Energía Renovable.
Este efecto solo se produciría si los gobiernos aceleran las inversiones en este sector energético. Según los autores, las medidas de recuperación implican desembolsos en redes eléctricas flexibles, nuevas soluciones de eficiencia, almacenamiento de energía, puntos de recarga de vehículos eléctricos, energía hidroeléctrica interconectada y producción de "hidrógeno verde", entre otras tecnologías.
Cada dólar invertido podría devolver entre 3 y 8 dólares, estima la agencia. Además, el número de empleos en el sector se cuadruplicaría y llegaría hasta los 42 millones en las próximos tres décadas.
La ambiciosa proyección incluye una reducción del 70 % en las emisiones de dióxido de carbono y enormes beneficios económicos, como "más empleos, un mayor crecimiento económico, condiciones de vida más limpias y una mejora sustancial del bienestar".
El director general de la agencia, Francesco La Camera, afirma que el coronavirus "no cambia el camino existencial requerido para descarbonizar nuestras sociedades y alcanzar los objetivos de sostenibilidad". En su opinión, la transición energética debería ser una "parte integral de una recuperación más amplia".
Asimismo, las fuentes de energía limpia podrían sustituir la quema de combustibles fósiles en la fabricación de acero y cemento, al igual que ser utilizadas para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno para obtener "hidrógeno verde".
El director ejecutivo del Instituto de Recursos Mundiales, Andrew Steer, citado por The Guardian, teme que la busca de una recuperación de la actual crisis económica pueda significar "retroceder a las viejas y contaminantes formas de hacer negocios", por lo que apostó por dirigirse hacia la consecución de un sistema energético moderno, limpio y saludable.
Por su parte, Ignacio Sánchez Galán, presidente y CEO del gigante energético español Iberdrola, prometió continuar invirtiendo en energías renovables, así como en redes y baterías eléctricas para ayudar a integrar la energía limpia en la electricidad. A su juicio, "una recuperación verde es esencial" para superar las consecuencias de la pandemia. "El mundo se beneficiará económica, ambiental y socialmente al centrarse en la energía limpia", defendió.
Mientras tanto, la propia Iberdrola está experimentado dificultades a causa de la suspensión de los viajes internacionales a causa del coronavirus, que impide los desplazamientos de su personal de servicio. Así, sus instalaciones de energía eólica marina pueden sufrir importantes sobrecostes en caso de no ser sometidas a tareas de mantenimiento en los próximos meses, informa este miércoles el portal Merca2.