Argentina no paga un vencimiento de deuda externa por 500 millones de dólares: ¿qué puede pasar?

Especialistas explican a RT el escenario que se presenta en la nación sudamericana, mientras el Gobierno señala que el país ya estaba en un "virtual default".

Argentina incumple con el pago de 500 millones de dólares que vencía este miércoles 22 de abril en concepto de deuda externa. Aquellas devoluciones no realizadas se correspondían a tres bonos, llamados Globales 2021, 2026 y 2046, y de esta forma el país cae nuevamente en una cesación de pagos.

Este tarde, la cartera que dirige Guzmán emitió un comunicado a los medios en el que informó que se acepta el período de gracia de 30 días, plazo en el cual deberá realizar el giro para no caer completamente en 'default'. 

Sin embargo, el Gobierno ratificó su "voluntad de pago aún en el gravísimo contexto internacional que se ha generado producto de la pandemia del COVID-19". Y reiteró que busca "un perfil de endeudamiento sostenible"

"Ya no se podía pagar nada, con el coronavirus menos aún", había sostenido recientemente el ministro en una entrevista con El Destape. 

Como medida inicial, desde la administración de Mauricio Macri hasta la actualidad se vienen postergando los pagos de deuda emitida bajo ley nacional. Sin embargo, la principal preocupación radica sobre la deuda externa. Es que, además de cancelarse en dólares, cualquier conflicto con los prestamistas se dirimiría en tribunales internacionales, algo que le trae malos recuerdos al país sudamericano: tras un exitoso acuerdo para reestructurar las devoluciones entre el Ejecutivo kirchnerista y muchos bonistas —al menos el 92% del total—, en 2014 el juez Thomas Griesa ordenó desde Nueva York (EE.UU.) pagos millonarios a favor de los pocos acreedores que se habían negado a negociar.

Gustavo Marangoni, politólogo argentino.
"Es una forma de encarar esta etapa de diálogos. Los tiempos se acortan y hay que ver cuál es la voluntad de acuerdo de ambas partes. A lo mejor se da que algunos bonos pueden negociarse y otros no".

Ahora, en medio de una dura crisis económica, que empeora por la emergencia sanitaria y el estado de cuarentena obligatoria, las autoridades locales deben atender el fuerte aumento de la pobreza y maniobrar su complicado presente financiero. Con ese marco, el incumplimiento "era previsible", opina el politólogo Gustavo Marangoni.

En paralelo, el Gobierno de Alberto Fernández está intentando reestructurar la deuda externa y envió una propuesta formal a los bonistas, planteando "una reducción en la carga de intereses del 62 %, un alivio en el stock de capital del 5,4 % y un período de gracia por tres años hasta 2023", precisó el jefe de Estado. Sin embargo, la oferta argentina ya fue rechazada por algunos grandes fondos de inversión, y el tiempo apremia. 

Así, mientras la administración peronista le dio un plazo de unos 20 días a los prestamistas para responder, al mismo tiempo, Argentina tiene una prórroga extra de un mes para intentar cumplir sus obligaciones. Sobre la decisión de no pagar, Marangoni opina: "Es una forma de encarar esta etapa de negociación. Los tiempos se acortan y hay que ver cuál es la voluntad de acuerdo de ambas partes".

En cuanto a los escenarios posibles, el expresidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires describe: "Evitar el 'default' sería el óptimo. A lo mejor se da que algunos bonos pueden negociarse y otros no. La tercer alternativa sería un 'default' completo". En otras palabras, "el Gobierno argentino manifestó que hay voluntad de arreglar, pero no capacidad de hacerlo, al menos en términos inmediatos", señala el experto.

Más en profundidad, subraya que las dudas se colocan sobre la flexibilidad del Ejecutivo para modificar la propuesta original: "Con una postura de tómalo o déjalo, las probabilidades de arreglo son más difíciles". Sin embargo, quien dirige las cuentas nacionales ya adelantó que "ofrecer más no se puede, porque no es sostenible", y los cortocircuitos continúan.  

Para el ministro de Economía, hay un "virtual 'default'"

Al momento de justificar la postura oficial, Guzmán consideró que el incumplimiento argentino no cambia demasiado el panorama, que ya era bastante adverso: "Argentina ya estaba en una situación de virtual 'default'. No tenía capacidad de hacer frente a los pagos de la deuda programados, nosotros decidimos seguir un proceso sobre la base de la buena fe", dijo.

A su vez, expresó que esa nación del Cono Sur ya tenía negado el acceso al mercado de crédito internacional previo a este incumplimiento puntual: "Eso va a seguir ocurriendo pase lo que pase", aseveró.  

Juan Luis Bour, economista
"No es cierto que el país no pueda pagar siquiera 1.000 o 1.500 millones de dólares anuales, ya que tiene reservas".

Pero, ¿qué significa que Argentina ya estaba en virtual 'default'? El economista Juan Luis Bour interpreta los dichos del funcionario, en tres enfoques posibles:

Entre tanto, el discurso oficial no varía, y todos los funcionarios insisten públicamente en que la prioridad del Ejecutivo es asistir a la población mientras perdure la pandemia.

Así las cosas, a fines de marzo el Banco Mundial aprobó un crédito de 300 millones de dólares para la nación sudamericana ante la emergencia sanitaria. Además, Alberto Fernández inició una campaña junto a Costa Rica para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) de préstamos a "tasa cero".

De momento, tras el financiamiento de 45.000 millones de dólares acordado durante la gestión de Macri, Argentina sigue siendo el país más comprometido con esa entidad financiera: se trata del endeudamiento más importante en la historia del Fondo. Sobre ello, Guzmán señaló que los vencimientos pendientes entre 2021 y 2023 tampoco se podrán cumplir, y se espera que el Gobierno haga esfuerzos para estirar los pagos, al menos hasta 2024. 

Leandro Lutzky

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