El Gobierno de España contrató por 17 millones de euros los 659.000 test defectuosos que fueron retirados
El Ministerio de Sanidad de España firmó un contrato de 17,1 millones de euros por los 659.000 test defectuosos, casi 26 euros por unidad, que devolvió a finales de marzo, aunque solo pagó 6.998.035 euros que ya han sido recuperados.
La Plataforma de Contratación del Sector Público explica en un comunicado que las pruebas –fabricadas por la empresa china Shenzhen Bioeasy Biotechnology– se adquirieron a través de la compañía española Interpharma, con sede en Cataluña, y se pagó un anticipo del 35 %.
Tras recibir el primer lote, las autoridades sanitarias españolas certificaron que era defectuoso. Se envió un segundo lote que también resultó impreciso, por lo que se anuló el pedido completo.
El contrato, firmado el 18 de marzo, "quedó anulado al demostrarse que la sensibilidad de los productos era inferior a la deseada", declaró en otro comunicado el Ministerio de Sanidad.
"Se presentó un requerimiento a la empresa para la devolución de los bienes entregados y la solicitud de devolución del importe satisfecho hasta el momento, en total 6.998.035 euros. El reintegro fue realizado el pasado 17 de abril", especifica.
¿Licencias?
Según informó la Embajada del gigante asiático en España cuando se descubrió que eran defectuosos, Shenzhen Bioeasy Biotechnology no contaba con licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos.
Sin embargo, Interpharma afirma en una nota que Shenzhen Bioeasy Biotechnology "disponía en el momento del acuerdo de licencia para exportar sus productos y los test cuentan con el Marcado CE y el certificado TÜV que permiten su comercialización y venta en la Unión Europea".
"Cuando nos fue comunicada esta situación se procedió al abono íntegro del importe satisfecho en virtud del acuerdo, asumiendo esta compañía todos los costes generados por el suministro y aún antes de haber recibido los lotes de test suministrados", añade.
La semana pasada, el gobierno ordenó a la Comunidades Autónomas la "retirada inmediata" de decenas de miles de mascarillas defectuosas por no cumplir con la normativa europea exigida. Las mascarillas fueron adquiridas a la empresa Garry Galaxy, uno de los fabricantes autorizados y homologados por China.
Hasta el momento, en España se han registrado 22.157 muertes, 213.024 contagiados y 89.250 pacientes recuperados.