Con el nombre de Hack-a-Sat, las Fuerzas Aéreas de EE.UU. han convocado un concurso para poner a prueba sus propios sistemas de seguridad en el espacio. Según la especificaciones suministradas en la página web del evento, varios equipos de informáticos e ingenieros competirán por lograr el control de un satélite orbital.
Se prevé que la prueba eliminatoria se inicie el 22 de mayo y dure 48 horas. Durante ese lapso, el cumplimiento de diversas tareas permitirá seleccionar a 10 equipos. De ellos, los primeros 8 competirán en la prueba final, que se celebrará en agosto, y los 2 restantes quedarán en reserva por si es necesario sustituir a alguno de los anteriores.
Se espera que en la prueba final los contrincantes operen con sistemas reales de naves espaciales e intenten penetrar en el sistema de comunicación de un dispositivo puesto en órbita. De momento no se ha revelado qué satélite participará en la competición.
El 'hacking ético' –es decir, la contratación de personal para piratear un sistema con el propósito de identificar y reparar posibles vulnerabilidades– es una práctica común en empresas informáticas en muchos países. Desde hace poco, las agencias militares estadounidenses han empezado también a recurrir a ese procedimiento. En el 2016, el Ministerio de Defensa de EE. UU. llevó a cabo el evento Hackea el Pentágono, y en el 2019 las Fuerzas Aéreas hicieron que piratas informáticos probaran la resistencia de los sistemas de seguridad del caza F-15.
Al igual que en otras ocasiones, esta vez los participantes recibirán premios. Los primeros 10 equipos de la eliminatoria se llevarán 15.000 dólares cada uno, y a los tres primeros de la etapa final se les retribuirá con 50.000, 30.000 y 20.000 dólares, respectivamente.