Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair, aerolínea de bajo costo con base en Dublín (Irlanda), afirmó que los aviones de su compañía no volarán si les obligan a dejar las butacas centrales vacías para respetar en los vuelos las reglas del distanciamiento social por el coronavirus. El empresario informó que la empresa ya ha dado un ultimátum: "O el gobierno paga por la butaca central, o no volamos".
"Incluso si lo hacen, la butaca central no supone ningún distanciamiento social, así que es una idea idiota que no aporta absolutamente nada", aseguró el directivo de Ryanair.
La pandemia de coronavirus y las medidas adoptadas en todo el mundo para intentar detener la difusión de la enfermedad pusieron en serio peligro a las compañías aéreas. Esto es especialmente cierto en el caso de las de bajo costo, que podrían desaparecer si se obliga a las aerolíneas a aplicar medidas de distanciamiento social, afirmó el 21 de abril el director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Alexandre de Juniac.
Para cuando se restablezcan los vuelos, O'Leary propone aprovechar la experiencia asiática: medir la temperatura de los pasajeros en los aeropuertos o permitir la entrada al avión solo a los viajeros que llevan mascarilla.
Ryanair fue la compañía que más viajes realizó en Europa en 2019 y, según algunos informes, el año pasado fue la aerolínea más rentable del mundo.