El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, ha declarado este 26 de abril que desde el 4 de mayo el país relajará parte de las restricciones de confinamiento. A partir de esta fecha el país transalpino reanudará la producción industrial y las obras de construcción y abrirá los parques. Al mismo tiempo, las reuniones masivas seguirán prohibidas.
"Se inicia la fase dos", ha anunciado el líder italiano durante una conferencia de prensa e indicó que el 18 de mayo el comercio minorista retomará su actividad. No obstante, advirtió que las autoridades estarán preparadas para intervenir, en caso de un deterioro de la situación.
"Vamos a mitigar el cierre para el 4 de mayo, pero queremos mantener la situación bajo control. Las regiones tendrán que informarnos de la curva de contagio y la idoneidad del servicio de salud a diario. Entonces, si vemos situaciones críticas limitadas, podremos intervenir, no aceptaremos tener situaciones que estén fuera de nuestro control", explicó Conte.
"El comportamiento responsable de cada uno de nosotros será fundamental: nunca debemos acercarnos, la distancia de seguridad debe ser de al menos un metro", advirtió.
Esta declaración viene el día cuando el número de muertes diarias por covid-19 en Italia ha bajado casi el doble, tras registrarse 260 nuevos decesos, en comparación con los 415 de la jornada anterior. Se trata de la cifra diaria de decesos más baja en más de un mes.
El total de muertes por la enfermedad en el país se ha elevado a 26.644. Al mismo tiempo, las autoridades sanitarias del país han detectado 2.324 casos nuevos —lo que representa una disminución con respecto a los 2.357 de este sábado— situando el número total en 197.675.
Por otro lado, 1.808 pacientes han logrado superar la enfermedad y la cifra de recuperados ha llegado a 64.928.
En lo que respecta a los casos activos, después de toda una semana de disminución consecutiva, la tendencia ha cambiado, ya que este domingo la cifra ha alcanzado los 106.103, en comparación con los 105.847 de este sábado.
Italia no es el primer país europeo en relajar las restricciones contra la propagación del coronavirus. Previamente, una medida similar fue adoptada por la República Checa, que permitió viajes este sábado, tras una disminución significativa de nuevos casos de infección.