El sacerdote español Pablo González, que se instaló hace nueve años en el distrito neoyorquino de El Bronx, ayuda desde su parroquia a la comunidad de inmigrantes más necesitados durante la pandemia de coronavirus, recoge EFE.
La pandemia de covid-19 ha dejado sin trabajo a muchas familias de escasos recursos, por lo que acuden a la iglesia en busca de ayuda y de sustento.
La iglesia Santa Rita de Ciscia, en la que trabaja el cura, se ha convertido en centro de distribución de comida durante la crisis. Con la ayuda de voluntarios, el sacerdote se encarga personalmente de supervisar la entrega domiciliaria de alimento a ancianos y enfermos, muchos de ellos indocumentados.
"Esta es la zona donde hay menos oportunidades de salir adelante, para encontrar trabajos, para poder estudiar, desarrollar una carrera en el futuro [...], llevan dos meses sin trabajar no tienen ayudas directas del Gobierno y dependen de las parroquias, de Caridades Católicas para pagar lo básico y sobre todo, para comer", explica el padre González a EFE.
Leche, pañales, alimentos perecederos, cebollas, congeladas, carnes, vegetales y frutas figuran entre los productos más solicitados.
Incapaz de cubrir las necesidades de todos sus parroquianos, el sacerdote ha pedido a sus amigos en Nueva York y a su familia en España la ayuda adicional con el que poder comprar alimentos.