Desde la Comisión de Ferrocarriles de Texas (RRC, por sus siglas en inglés, agencia estatal que regula la industria del petróleo y el gas en este estado) han declarado que su iniciativa previa de recortes obligatorios para la producción de petróleo quedó "muerta" un día antes de que el mayor estado productor de crudo en EE.UU. la votara, y tras un mes y medio de discusiones que dividieron a la industria sobre si se debían adoptar límites como los planteados en la OPEP+ en medio de un colapso histórico en los precios del crudo.
En una entrevista concedida a Bloomberg TV este 4 de mayo, el comisionado de RRC, Ryan Sitton, dijo que la agencia no está preparada para votar sobre la reducción de suministros en un proceso conocido como 'pro-racionamiento' ('pro-rationing') en lo que es el el estado de mayor producción petrolera en el país.
"En este momento todavía no estamos listos para actuar, y ya es demasiado tarde, por lo que no hay ninguna propuesta que hacer", afirmó Sitton. "Creo que el 'pro-racionamiento' ahora está muerto", puntualizó.
Desde Bloomberg, por su parte, señalan que debido a una "rápida y severa implosión sin precedentes" de toda la industria petrolera, las compañías estadounidenses se han visto obligadas a cerrar las plataformas de perforación, desmovilizar los equipos de 'fracking', recortar el empleo y cerrar pozos sin que medie una orden gubernamental en tal sentido.
La caída de la demanda de crudo en el contexto de la pandemia de coronavirus ha causado en EE.UU. un recorte en las actividades de 'fracking' de un 82 % en las últimas siete semanas, mientras que la perforación de petróleo en el país ha bajado en 52 %.
Este 20 de abril, las entregas a futuro para mayo del West Texas Intermediate (WTI, crudo producido en Texas y el sur de Oklahoma, que sirve como referencia para fijar el precio de otras clases de crudo) se desplomaron en 305 %, hasta un mínimo histórico de -37,63 dólares.