La cercanía del verano y la necesidad de reactivar la actividad económica, tras las restricciones impuestas para frenar la pandemia de cononavirus, plantea dudas acerca de la seguridad de playas y piscinas, sobre todo en países donde la actividad turística representa un gran porcentaje de su PIB, que ha intentado despejar el 'Informe sobre transmisión del SARS-CoV-2 en playas y piscinas'.
En él, científicos españoles sugieren que la sal marina, las altas temperaturas y las radiaciones ultravioletas del sol favorecen la desactivación del virus SARS-CoV-2. El estudio, firmado por seis investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, señala que la infección en playas y piscinas es "muy poco probable" y que el peligro radica en que no se respete el distanciamiento físico en las actividades sociales.
La principal vía de transmisión del coronavirus en espacios como playas, ríos, lagos o piscinas "es a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto de persona a persona", sostiene el texto, por lo que es importante mantener las recomendaciones generales relativas a cualquier otro entorno.
Piscinas
En piscinas y spa, la concentración residual que deja en las aguas el uso de agentes desinfectantes "debería ser suficiente para la inactivación del virus". Además, en el caso de saunas y otras instalaciones con temperaturas elevadas (mayor de 60 grados centígrados, "se espera que la supervivencia del virus sea reducida".
Playas
Con respecto al agua de mar, aunque los científicos alertan de que aún no existen datos de la persistencia del virus, aducen que el efecto de dilución y así como la presencia de sal marina "probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral y a su inactivación", según han comprobado al compararlo con virus similares. Mientras que en la arena de playas y riberas "la acción conjunta de la sal del agua de mar, la radiación ultravioleta solar y la alta temperatura" favorecería la inactivación de los agentes patógenos.
En este sentido, desde el CSIC avisan de que no se deben desinfectar los espacios naturales con los procedimientos usados en espacios públicos urbanos, sino que deben utilizarse procedimientos respetuosos con el medio ambiente. Esta recomendación recuerda el incidente que tuvo lugar en la localidad Zahara de los Atunes, al sur de España, donde desinfectaron las playas con lejía para prevenir la propagación del patógeno, que fue duramente criticado por organizaciones ambientalistas.
Ríos y pozas
El mayor riesgo se encontraría en zonas de agua dulce no tratada, como ríos, lagos o pozas, lugares en los que se debería extremar las medidas de precaución y evitar las aglomeraciones.
Este estudio ha sido desarrollado a petición de la Secretaría de Estado de Turismo y del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), el organismo encargado de gestionar los protocolos oficiales para minimizar el riesgo en el sector turístico, un ámbito especialmente afectado por el parón de la actividad durante la cuarentena y que en breve tendrá que encarar el periodo estival.
Playas abiertas al deporte
En principio, la apertura de las playas al baño está prevista para la fase 3, que comenzaría previsiblemente a partir del 8 de junio, la última de las cuatro fases de que se compone el plan de desescalada que aprobó el Gobierno de España la semana pasada, aunque ahora, el informe elaborado por el CSIC deberá ser examinado por el Ministerio de Sanidad para determinar la medidas pertinentes.
De momento ya hay regiones españolas que han avanzado en este sentido. Así, la ciudad de Valencia ya permite el baño en sus playas tras abrirlas el pasado 26 de abril para los paseos de los menores de 14 años permitidos desde ese día. El Ayuntamiento ha habilitado carriles en las playas para que los deportistas que practiquen natación y deportes de desplazamiento (surf o windsurf, entre otros) puedan acceder a practicar deporte de 6 a 10 de la mañana, el horario permitido.
En el resto de los municipios costeros del resto del territorio español, las autoridades locales han tomado diversas decisiones. Así, en unos los arenales y accesos al mar continúan totalmente precintados, mientras que en otros se permite su acceso para los paseos y deporte para los colectivos y en las franjas horarias permitidas.
España, que ha registrado más de 220.000 casos positivos de coronavirus confirmados por PCR y más de 26.000 fallecimientos por covid-19, ha conseguido doblegar la curva en las últimas semanas y registra cifras diarias de nuevos casos y decesos muy reducidas, al nivel de hace casi dos meses.