Los anticuerpos producidos por las llamas podrían ser la clave para desarrollar una defensa inmunológica efectiva contra el covid-19, de acuerdo con los hallazgos preliminares del equipo del Laboratorio de Biotecnología Médica de la Universidad Austral de Chile.
Estos investigadores tratan de inducir el sistema inmune de las alpacas para que reconozca de forma eficiente la cepa de coronavirus y desarrolle anticuerpos que sean efectivos para su neutralización. Los primeros resultados sugieren que hay posibilidades de alcanzar un tratamiento para el virus, pero aún es preciso estudiar si los resultados obtenidos en las pruebas animales se mantienen en ensayos con humanos, y ese proceso podría prolongarse durante varios meses.
En concreto, el equipo chileno cree posible generar un antiviral que podría ser inyectado o inhalado por el paciente. De momento, el laboratorio ya ha implementado una plataforma para la generación de anticuerpos simples originados en alpacas, que ya demostró eficacia anteriormente en la lucha contra el Hantavirus.
La ventaja de los anticuerpos de los camélidos
No es la primera vez que los científicos recurren a estos camélidos para investigaciones inmunológicas. Los anticuerpos que genera esta familia animal ofrecen la ventaja de que son relativamente pequeños (de aproximadamente una cuarta parte del tamaño de los que se encuentran en los humanos) y se pueden manipular fácilmente para combatir infecciones.
La clave de su efectividad está en que, gracias a su reducido tamaño, pueden penetrar en las pequeñas cavidades y hendiduras que hay entre las llamadas "proteínas espiga", que permiten que los virus como el nuevo coronavirus rompan las células huésped y las infecten.
La llama 'Winter' y la esperanza de otro punto de partida
Otro proyecto científico similar está siendo desarrollado por científicos estadounidenses y belgas, que ya han publicado sus primeros avances en la revista Cell. Se trata de investigadores de las universidad de Gante (Bélgica) y Texas (EE.UU.), que explican en su estudio que los anticuerpos obtenidos de las alpacas podrían ser utilizados en "terapias útiles durante los brotes de coronavirus".
En este estudio, una llama en concreto, a la que han llamado 'Winter', ha cobrado un protagonismo especial. En 2016, cuando tenía apenas 9 meses de edad, se experimentó con su sistema inmunológico con resultados prometedores: uno de los anticuerpos que generó demostró una eficacia prometedora para detener un virus que mostraba proteínas de SARS-CoV-1.
Cuatro años después, aquellos resultados cobran nueva relevancia. Con el brote de SARS-CoV-2, el equipo ha diseñado un nuevo anticuerpo que permite albergar esperanzas para el tratamiento de este nuevo coronavirus.
Los primeros resultados sugieren que el nuevo anticuerpo neutraliza los virus que muestran proteínas de SARS-CoV-2 en cultivos celulares. Es un punto de partida prometedor, pero aún falta completar una compleja investigación antes de contar con un tratamiento o vacuna aplicable a seres humanos a escala global.