La tasa de desempleo en EE.UU. alcanzó el 14,7 % en abril y fue la más alta desde la Gran Depresión de 2008.
Ese país ha perdido más de 20 millones de puestos de trabajo, una cifra mayor a la que registró en marzo, debido a la pandemia mundial de covid-19.
El Departamento de Trabajo de EE.UU. aseguró este 8 de mayo que las pérdidas provocadas por el cierre y la restricción de las operaciones de multitud de empresas suponen alrededor del doble de las que experimentó entre 2007 y 2009.
Además de los desempleados que se sumaron el mes pasado, se calcula que a 5,1 millones de personas les redujeron las horas de trabajo. De esta forma, la tasa de subempleo, que incluye a desempleados y trabajadores a tiempo parcial, alcanzó un porcentaje récord del 22,8 %, informa el canal NBC.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, y numerosos líderes estatales y locales de ese país congelaron las labores comerciales con el propósito de minimizar la exposición al nuevo coronavirus de quienes se encuentran en territorio estadounidense y, tras esas decisiones, muchas compañías despidieron a empleados.
Varios analistas calculan que llevará años que EE.UU. retome una tasa de desempleo del 3,5 %, como tenía el pasado febrero, recoge el diario norteamericano The Washington Post.
Esta repentina contracción económica ha provocado que millones de estadounidenses recurran a ayudas oficiales y otros alivios para dejar de pagar facturas, como cuotas de alquiler. Sin embargo, la ampliación paulatina de las medidas para abordar la crisis sanitaria incluso ha llevado a algunas personas a tomar medidas más drásticas, como vender sus inmuebles.
Si bien el Congreso de EE.UU. aprobó un presupuesto de casi tres billones de dólares para socorrer a la población, ese dinero no se ha entregado en su totalidad debido a que la elevada cantidad de quienes desean beneficiarse ha generado colapsos en los sistemas de inscripción en línea y las líneas telefónicas.
Ante este panorama, los economistas instan al Gobierno de Trump a actuar para prolongar los alivios y que no terminen en los próximos meses, que también podrían ser complicados.
El problema de desempleo está vinculado con la recesión de la economía de EE.UU., que se contrajo un 4,8 % durante el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2019 y sufre una recesión por el cierre de la mayor parte del país.
Este resultado negativo sería el preludio de un descalabro mucho mayor en el segundo trimestre, ya que la Oficina de Presupuestos del Congreso de EE.UU. estima que el PIB de EE.UU. se desplomará en un 40 % como consecuencia del cierre de empresas y despidos masivos.