El testimonio de un veterano que aumentó su edad para ir al frente y llegó hasta Berlín

Leonid Níkonov es uno de los 34 millones de ciudadanos soviéticos que formaron parte del Ejército Rojo durante la Gran Guerra Patria. Actualmente tiene 93 años y vive con su esposa, Vera, de 92, —han pasado juntos 70 años— en la ciudad de Riazán, unos 150 kilómetros al sureste de Moscú. RT habló con el veterano y con su familia sobre su rol en el conflicto más sangriento de la historia mundial.

Al igual que numerosos menores de aquella época, Leonid incurrió en fraude y en la oficina de reclutamiento aumentó su edad real para poder ir al frente.

"Siendo un adolescente de tan solo 17 años, se alistó en el Ejército, fue un voluntario. No todos se atrevían a hacerlo, por eso mi padre es un héroe para todos nosotros", dice la hija del anciano, Svetlana.

Publican documentos desclasificados sobre la liberación por el Ejército Rojo de la Praga ocupada por los nazis

El trabajo del batallón de zapadores en el que sirvió Leonid era clave para el avance de los carros de combate y los enfrentamientos en entornos urbanos, donde el enemigo fácilmente podía dificultar el avance de las tropas liberadoras.

Por su heroica actuación Leonid obtuvo muchas condecoraciones. Las que más valora personalmente son las medallas por la liberación de Praga y la toma de Berlín en 1945. En el Día de la Victoria estuvo en la capital del Tercer Reich. Recuerda aquella jornada con felicidad.

"Fue un gran día. Estábamos felices porque logramos la victoria y estaba vivo. Era una auténtica fiesta", dice Leonid.