Rusia ha destacado reiteradamente y ha condenado que, durante los últimos años, varios Estados trataron de politizar la historia —especialmente los sucesos de la Segunda Guerra Mundial— y reescribirla para adaptarla a la coyuntura política.
Así, el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó este viernes de "delirio" las acusaciones a la Unión Soviética de preparar y desencadenar la Segunda Guerra Mundial. "¡No tenemos y no podemos tener ningún sentimiento de culpa! Pusimos 27 millones de vidas de los ciudadanos [...] de la Unión Soviética, en el altar de la Victoria", aseveró Putin.
No obstante, varios países continúan distorsionando los hechos y manipulando la historia de la Victoria para, según el jefe de Estado ruso, resolver sus problemas internos y ganar electorado en medio de una lucha política interna.
Una resolución del Parlamento Europeo titulada 'La importancia de la memoria europea para el futuro de Europa' señala que "la Segunda Guerra Mundial comenzó con el Tratado de no Agresión entre Alemania y la Unión Soviética", conocido como Pacto Ribbentrop-Mólotov.
Sin embargo, este documento no dice nada sobre tiranos europeos, como el español Francisco Franco y el italiano Benito Mussolini, y su estrecha relación con Adolf Hitler.
Además, aunque es cierto que en un principio el Pacto Ribbentrop-Mólotov benefició el avance de la Alemania nazi sin preocuparse de un segundo frente, también lo es que la guerra había sido planeada por los alemanes mucho antes de esa firma. Asimismo, fue Rusia quien condenó públicamente los artículos secretos de aquel pacto soviético.
"Stalin, a pesar de lo que cualquiera piense de su persona, sea un tirano o lo que fuera, nunca se rebajó a tener contacto directo con Hitler. No existe ni un solo documento que haya sido firmado por Stalin y Hitler", señaló Putin el pasado marzo.
Entre tanto, hay varios documentos, que fueron firmados por Hitler y diferentes altos cargos de los países europeos, como el Reino Unido, Francia y Polonia, que fue la primera nación de Europa en firmar un pacto de no agresión con Hitler en 1934, cinco anos antes que el de la Unión Soviética.
Existe también otra invención de Occidente, que se refiere a EE.UU. como un héroe de la Segunda Guerra Mundial, lo que está muy alejado de la realidad.
En particular, en enero, la embajada norteamericana en Dinamarca escribió en su cuenta de Twitter que fueron sus tropas y no el Ejercito Rojo las que liberaron el campo de concentración Auschwiz, en Polonia. El mismo mes, la revista alemana Der Spiegel reescribió aquella famosa entrada de las tropas soviéticas en Auschwitz, reemplazándolas por soldados estadounidenses.
Sin embargo, por lo menos en estos dos últimos casos los autores reconocieron la falta en su fe de erratas.
Rusia continuará hablando y publicando materiales de archivo sobre eventos y hechos de la Gran Guerra Patria (1941-1945). "Nuestra respuesta a la mentira es la verdad", advirtió el pasado diciembre Vladímir Putin.
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