El gobierno de Brasil desplegó un total de 3.800 efectivos militares para realizar tareas de prevención y combate a la desforestación ilegal y los incendios en la Amazonía, hasta el próximo 11 de julio.
Durante una rueda de prensa, el vicepresidente de Brasil, el general Hamilton Mourao, indicó que los soldados están "apoyados por once aeronaves" y que la duración de la operación podría prolongarse "en función del resultado".
De acuerdo con la autoridad, con esta operación podrán "anticiparse" a los voraces incendios que suelen consumir buena parte de la región amazónica.
Estas maniobras cuentan con el apoyo del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y los recursos naturales (IBAMA) y el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio). Mourao aseguró que todos los involucrados contarán con "garantías de seguridad", en vista de la presencia de grupos de mineros ilegales que, en otras oportunidades, "han llegado a intercambiar disparos" tanto con miembros de las Fuerzas Armadas como con efectivos policiales.
Estas operaciones tienen un costo inicial estipulado en 10 millones de dólares y se regirán a través de un decreto oficial, emitido el pasado 7 de marzo, donde se refiere que los militares se limitarán a acciones preventivas amparadas por la Garantía de Ley y Orden (GLO), que otorga facultades al personal castrense para participar en situaciones de emergencia.
Los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe) muestran que las alertas de deforestación en la Amazonía crecieron un 29,9 % en marzo de este año, frente al mismo mes de 2019.